El yeso es el sulfato de calcio hidratado, que suele ser blanco y que resulta compacto o terroso. Se trata de un término que procede del latín gypsum, aunque su origen se remonta a la lengua griega.
El yeso se deshidrata mediante la acción del fuego y logra endurecerse con rapidez cuando se amasa con agua. Este material es utilizado en el ámbito de la construcción, en la escultura artística y en la medicina (para mantener en su lugar un hueso roto tras una fractura).
Tipos de yeso
Como producto industrial, el yeso es el sulfato de calcio semihidratado y suele conocerse como yeso cocido. Se vende en forma de polvo, es decir, molido.
No obstante, no hay que olvidar que existen muchos tipos diferentes de yeso que se emplean por los profesionales de la construcción. Entre los más significativos están el negro, el mate, el cristalizado y el blanco.
Entre los usos del yeso, puede destacarse su utilización como pasta para revoques, guarnecidos o juntas y para la prefabricación de paneles para techos. El yeso también funciona como aislante térmico y puede usarse en la fabricación de cemento. Por ejemplo: «Los albañiles me pidieron que compre más yeso para la obra ya que aún queda mucho trabajo por hacer», «Voy a aplicar yeso en la habitación de María para que no pase tanto frío por las noches».
El pladur o durlock
En la actualidad hay que subrayar que, dentro del ámbito de la construcción, se ha producido el crecimiento de la demanda de un producto llamado pladur, durlock o drywall que está conformado por placas de yeso laminado. Se utiliza tanto crear tabiques o falsos techos como para proceder a aislar, térmica y acústicamente, una estancia, o incluso para hacer muebles y estanterías.
Entre las razones que explican que el pladur se haya convertido en un auténtico referente del sector se encuentra el hecho de que se instala rápidamente y sin necesidad de grandes obras, tiene un precio mucho más económico que otros materiales, es limpio y cuenta con una gran resistencia.
Yeso en el arte y la salud
Los artistas apelan al yeso para la elaboración y reproducción de esculturas: «Aquí podemos ver cómo el escultor imaginó el rostro de Cristo y lo plasmó en el yeso», «Mi madre compró un Buda de yeso para colocar en el jardín».
En el campo de la salud, en tanto, el yeso se usa para confeccionar moldes de dentaduras y como férula para inmovilizar el hueso y facilitar su regeneración después de una fractura: «A Javier le tuvieron que poner un yeso porque se quebró la pierna jugando al fútbol», «Estoy muy feliz: mañana me quitan el yeso y podré volver a usar mi brazo con comodidad».
En el caso de la odontología habría que subrayar que se emplean básicamente tres tipos diferentes de yeso: el normal, el extraduro y el París. Este último es el que más se utiliza y entre sus propiedades se encuentran que es ideal para realizar montajes y que tiene un nivel medio de porosidad y fragilidad.
Frases con el término
Todo ello no nos puede hacer pasar por alto el hecho de que además existe una serie de expresiones en este campo que emplean la palabra yeso.
Así, por ejemplo, podríamos destacar la locución verbal «lavar de yeso», que se utiliza para hacer referencia a que se está cubriendo de yeso una pared determinada.