La inteligencia es clave para el desarrollo personal.
Inteligencia es un término que proviene del latín intelligentia, a su vez derivado de inteligere. Esta es una palabra compuesta por otros dos términos: intus («entre») y legere («escoger»). Por lo tanto, el origen etimológico del concepto de inteligencia hace referencia a quien sabe elegir: la inteligencia posibilita la selección de las alternativas más convenientes para la resolución de un problema.
De acuerdo a lo descrito en la etimología, un individuo es inteligente cuando es capaz de escoger la mejor opción entre las posibilidades que se presentan a su alcance para resolver un problema. Por ejemplo: «Juancito es un niño de mucha inteligencia: tiene cuatro años y ya sabe leer», «Estuvimos atrapados en el ascensor por dos horas pero, gracias a la inteligencia de Manny, logramos abrir la puerta y salir», «Para resolver este acertijo, tendrás que utilizar la inteligencia».
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ResumenCaracterísticas de la inteligencia
La inteligencia pueden clasificarse en distintos grupos según sus características, como la inteligencia psicológica (vinculada a la capacidad cognitiva, de aprendizaje y relación), la inteligencia biológica (la capacidad de adaptación a nuevas situaciones), la inteligencia operativa y otras.
En todos los casos, la inteligencia está relacionada a la habilidad de un individuo de captar datos, comprenderlos, procesarlos y emplearlos de manera acertada. Quiere decir que es la capacidad de relacionar conocimientos y conceptos que permiten la resolución de un determinado conflicto, una cualidad que poseemos los humanos y también los animales, sólo que en el caso de ellos se la llama instinto.
Dependiendo del contexto, la inteligencia puede asociarse a la cognición, la creatividad, la capacidad de análisis o la elaboración de un juicio. Muchas veces estas aptitudes o habilidades empiezan a desarrollarse a partir de la observación o la curiosidad.
La sabiduría y el talento son nociones que suelen vincularse a la inteligencia. Debe considerarse que hay habilidades que se desarrollan mediante la educación (el proceso de enseñanza y aprendizaje) y el entrenamiento mental o de otra clase, mientras que otros recursos son innatos.
El procesamiento de la información es posible gracias a la inteligencia.
La dificultad de la medición
Existen muchos conceptos erróneos acerca de la inteligencia: incluso se han elaborado diversos conceptos y mecanismos para medir la inteligencia, como el del cociente intelectual de los individuos. Sin embargo, con ellos sólo se analizan las capacidades de lógica, matemática y lingüísticas de una persona, obteniéndose resultados poco precisos de la capacidad verdadera del sujeto.
Si se tiene en cuenta el carácter complejo de la inteligencia, el concepto sólo puede ser definido en forma parcial y para esto se apela a diversos procedimientos y atributos. Podemos analizar lo planteado por el psicólogo estadounidense Howard Gardner, de la Universidad de Harvard, quien asegura que la inteligencia puede entenderse como el potencial de cada individuo que puede advertirse e incrementarse a través de diversos procedimientos, pero que resulta imposible de cuantificar.
La inteligencia suele asociarse a la agilidad mental y la capacidad analítica.
Tipos de inteligencia
Gardner, a su vez, explica los distintos tipos de inteligencia que existen de acuerdo a su perspectiva:
- La inteligencia lógico-matemática es la que permite la resolución de problemas lógicos y matemáticos (operaciones matemáticas, aritméticas y razonamientos lógicamente correctos).
- La inteligencia lingüística consiste en la fluidez en el manejo de la palabra escrita y hablada (destreza en la utilización del lenguaje, significado de los términos, sintaxis, pronunciación, etc.). Esta inteligencia brinda a alguien la capacidad de narrar o escribir poemas.
- La inteligencia espacial es la que permite crear modelos en la mente, con formas, colores y texturas. Aquellos que poseen esta inteligencia son capaces de transformar en imágenes todo aquello que crean en sus mentes. Es la que se necesita para dibujar, crear diseños, cuadros y cualquier tipo de construcción gráfica.
- La inteligencia corporal-cinestésica se aprovecha para controlar movimientos de todas las partes del cuerpo a fin de realizar bien determinadas actividades físicas. Es la que se necesita para desarrollar actividades que requieren de cierta coordinación y un ritmo adecuado, como los deportes o la danza.
- Inteligencia interpersonal e intrapersonal: La primera es la que permite relacionarse con otros seres vivos (expresiones, control de la voz, gestos), además incluye la capacidad para comprender la afectividad de parte de otros seres vivos. Por su parte, la inteligencia intrapersonal es la conciencia: es la que se necesita para establecer comparaciones entre diferentes actos y valorar lo que hacemos y lo que hacen los demás.
- La inteligencia musical es la que aplica para crear sonidos, melodías y ritmos. Se requiere, por lo tanto, para expresar emociones e ideas a través de la música.
- La inteligencia naturalista sirve para comprender el entorno natural y desarrollar conocimientos en campos relacionados con la naturaleza, como la biología, la geología y la astronomía.
Un sistema artifical capaz de planificar
Por último, cabe destacar que existe el concepto de inteligencia artificial, desarrollado para referirse a los sistemas creados por los seres humanos que son capaces de planificar, elaborar pensamientos abstractos, entender ideas y aprender.
La inteligencia artificial, llamada también sistema de inteligencia, se origina en la fusión de la ciencia del ordenador, la fisiología y la filosofía y consiste en darle vida inteligente a un objeto carente de ella. Se desarrolla a partir de códigos de lenguaje de programación y de acuerdo a la complejidad de los mismos se pueden crear entes más o menos inteligentes, capaces de tomar buenas, mediocres o malas decisiones. Es la inteligencia que poseen los robots y los aparatos con cierta independencia.
No debe olvidarse, de todos modos, que la inteligencia artificial no tiene capacidad de raciocinio. Funciona a través de algoritmos que le permiten, entre otras cuestiones, el procesamiento del lenguaje natural, el análisis de datos masivos (big data) y el reconocimiento de patrones para la toma de decisiones, por ejemplo.
