La abulia adolescente es la ausencia o la mengua de energía, fuerza o voluntad en la adolescencia. Cabe destacar que la noción procede de la lengua griega.
Por ejemplo: «La abulia del gobierno a la hora de solucionar los problemas de los vecinos es sorprendente», «No puedo entender la abulia de algunos jóvenes», «La escuela me provoca abulia».
La abulia como falta de motivación
La abulia se vincula sobre todo a la motivación y puede aparecer en la adolescencia. Aquel joven que tiene abulia no encuentra motivos para realizar una acción o para tomar una decisión: por lo tanto, se mantiene pasivo e inerte. En los grados más avanzados de abulia, se puede requerir la intervención de un psiquiatra para el tratamiento del individuo.
En el lenguaje coloquial, la idea de abulia adolescente se emplea para nombrar la falta de ganas del joven para realizar algo. Tomemos el caso del chico que está convencido de que ir a la escuela no le aporta ningún beneficio. El joven cree que los conocimientos que le transmiten sus profesores no sirven y considera que pasar varias horas en el establecimiento educativo carece de sentido. Debido a la abulia adolescente, el chico no realiza las tareas que le indican los docentes, no participa en clase y ni siquiera estudia para los exámenes.
Un cuadro clínico
Como cuadro clínico que necesita de un tratamiento profesional, la abulia puede incluir inconvenientes para comenzar y sostener movimientos, dificultades para tragar los alimentos, falta de apetito y limitación de las interacciones sociales. En estos casos, un médico debe realizar el diagnóstico y sugerir los pasos a seguir para que la persona recupere su capacidad de acción y su iniciativa.
Es importante señalar que dentro del campo de la psiquiatría, la abulia no es un síndrome muy conocido, ya sea porque algunos diagnósticos apunten a otros trastornos o bien porque no todos los individuos que presentan este cuadro lo consideran digno de ser tratado por un profesional. Sin embargo, como se expresa en el párrafo anterior, los casos más graves van mucho más allá de la falta aparente de voluntad o de iniciativa para tomar decisiones, ya que se convierte en un bloqueo mental y físico verdaderamente invalidante.
Síntomas de abulia adolescente
Con respecto a los síntomas de la abulia adolescente, propiamente dichos podemos distinguir dos bien definidos: la procastinación, la actitud propia de las personas que posponen sus obligaciones de forma sistemática, a pesar de tener el tiempo para cumplir con ellas de forma puntual; la apatía, un estado de cansancio que se prolonga en el tiempo.
En relación a la falta de voluntad, no debemos olvidar que no se trata de un mero signo de haraganería pasajera, que pueda resolverse con descanso o anularse con la imposición por parte de terceros: es un vacío profundo, una sensación de la cual el paciente cree no poder escapar. Además, esta incapacidad de llevar a cabo proyectos que para otras personas puedan parecer simples afecta tanto los campos profesional y educativo como el personal.
Todo esto lleva a los especialistas a pensar que la abulia adolescente puede ser el signo de un trastorno del humor o de una depresión. Cuando el malestar se prolonga de forma indeterminada y parece no haber solución, es muy importante que las personas allegadas a quien lo padece contacten con un psicoterapeuta o con un psiquiatra para obtener un diagnóstico y comenzar con un tratamiento.
Lamentablemente, muchos padres y tutores no comprenden la gravedad de los signos antes expuestos, sino que atribuyen la falta de voluntad a la irresponsabilidad y reprenden a sus hijos por ello, consiguiendo de este modo empeorar la situación y posponer peligrosamente la intervención de un profesional. Dado que la adolescencia es una etapa tan difícil de atravesar para algunos, ningún signo negativo debería ser ignorado.