Se denomina agricultura urbana a las prácticas agrícolas que se desarrollan en las ciudades o muy cerca de ellas. Por lo tanto se trata de una agricultura a escala reducida, ya que en los entornos urbanos no existe la misma disponibilidad de tierra que en las zonas rurales.
La agricultura urbana suele desarrollarse en los techos de las construcciones, en las paredes de las casas y en los balcones y las terrazas de los edificios. También se puede cultivar en espacios públicos como puentes y calles.
Beneficios de la agricultura urbana
Lo habitual es que la agricultura urbana esté destinada a la obtención de alimentos frescos. Al tener acceso inmediato a cultivos, quienes viven en las ciudades incrementan su seguridad alimentaria, ya que no dependen solo de las materias primas que llegan desde los campos.
Otro beneficio que aporta la agricultura urbana es que reduce el uso de energía y, por lo tanto, contribuye a minimizar la contaminación. Al no tener que trasladar los alimentos desde otras zonas, no se movilizan vehículos contaminantes con la carga correspondiente.
La creación de puestos de trabajo (cuando los pequeños productores pueden comercializar su producción), la obtención de alimentos sin el uso de agroquímicos y la posibilidad de reciclar ciertos residuos también están entre las ventajas que puede ofrecer la agricultura urbana, que incluso ayuda a las ciudades a enfrentar el cambio climático.
Otras ventajas
Además de todas las ventajas indicadas, no podemos pasar por alto otras que, de igual modo, se consideran que trae consigo la citada agricultura urbana que nos ocupa:
-Contribuye a «enverdecer» las ciudades, haciendo, por tanto, que en esas existan más pulmones verdes.
-Consigue que no solo las familias sino los vecinos y las distintas comunidades se unan y trabajen en equipo para llevar a cabo sus huertos urbanos.
-Se considera que mejora la calidad del suelo.
-Pone su granito de arena a la hora de darle un uso importante al llamado compost, que, de otra manera, se perdería en la urbe.
-Permite aprovechar al máximo el agua de lluvia.
-Embellece el paisaje urbano.
-Permite que los pequeños, a través de los espacios de agricultura urbana que tienen en sus colegios o viviendas, puedan comenzar desde temprana edad a cuidar y respetar el entorno.
Cómo iniciarse en la agricultura urbana
Por todo eso y mucho más, cada vez son más las personas que se deciden a poner en marcha un huerto urbano en sus viviendas. En ese caso, lo que deben hacer es seguir las recomendaciones que los expertos dan al respecto:
-Hay que comprar recipientes tales como macetas, jardineras o mesas de cultivo.
-Se le debe prestar mucha atención al sustrato que se adquiere, porque va a ser el que va a permitir que el cultivo salga adelante.
-Hay que pedirle consejo a expertos en la materia acerca de qué plantar, ya que no se recomendará lo mismo a la persona que ya tiene experiencia al respecto que al que empieza.
Cabe destacar que, entre los aspectos negativos que mencionan algunos críticos, la agricultura urbana puede verse perjudicada por el uso de agua de mala calidad para el riego y por la contaminación ambiental que suele afectar a las grandes ciudades.