Para poder desentrañar el significado del término alocución hay que comenzar por saber cuál es su origen etimológico. En concreto, hay que exponer que es un cultismo que deriva del latín “allocutio”, que puede traducirse como “discurso”. Una palabra esta que, a su vez, procede del verbo “alloqui”, que significa “dirigir la palabra a alguien”.
Alocución alude al mensaje o a la disertación que, por lo general, alguien ubicado en una posición superior dirige a quienes se sitúan en los estratos inferiores (que pueden ser seguidores, subordinados, dependientes o súbditos). Lo habitual es que la alocución sea de extensión reducida.
Por ejemplo: “La alocución del papa al bajar del avión fue seguida por cientos de personas que se acercaron al aeropuerto a recibirlo”, “En su alocución, el candidato a presidente dedicó duras palabras a los gobernantes actuales”, “El jefe policial señaló en su alocución que hay cinco detenidos en el marco de la causa”.
De la misma manera, hay que exponer que, partiendo del significado que hemos otorgado, nos encontramos con el hecho de que alocución también es como se puede dar en llamar a los mensajes o declaraciones que los cantantes realizan en sus conciertos dirigiéndose al público asistente. Así, por regla general, suelen aprovechar esas palabras para agradecer su asistencia y su apoyo constante e incluso para explicarles qué significan las distintas composiciones que van a interpretar.
En sus orígenes, la idea de alocución se empleaba con referencia a las palabras que un emperador o un general del Imperio Romano dedicaban a las tropas. Se trataba de arengas que apelaban a la motivación de los combatientes, que solían responder con expresiones de aprobación.
Actualmente la noción de alocución suele usarse con referencia a los discursos que pronuncian los líderes políticos, sociales o religiosos. Sus palabras son seguidas con interés por muchas personas, que toman a estas personalidades como referentes o guías.
De este modo, un dirigente de un partido político puede pronunciar una alocución ante los militantes de dicho espacio, difundiendo las bases de un proyecto o dando indicaciones para el desarrollo de una campaña electoral. En un sentido similar, un imán puede orientar a los musulmanes sobre cómo actuar de acuerdo a los valores y los principios que promueve su religión.
Precisamente hay un cuadro famoso que lleva por título “Alocución del marqués del Vasto a sus soldados”. Data del año 1540 y fue realizado por Tiziano. Representa al primer marqués del Vasto e ilustra un suceso que tuvo lugar en el año 1537 cuando ese personaje procedió a sofocar un motín de las tropas españolas que se encontraban en ese momento en Lombardía.
Además de todo lo indicado tenemos que exponer que alocución se puede plantear como sinónimo de arenga. Esta, en concreto, es un discurso de tipo solemne que se lleva a cabo por un dirigente político o militar con el claro objetivo de levantar los ánimos de quienes le escuchan atentamente y siguen sus pasos.
