Los amigos tienen un vínculo sentimental sincero y desinteresado.
Un amigo es alguien con quien se mantiene un vínculo de amistad.
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Se llama amistad a la relación basada en el afecto sincero y desprendido que se comparte con otra persona. Dos individuos son amigos cuando mantienen esta clase de lazo que se basa en el cariño y el respeto.
La construcción de la amistad demanda tiempo. El trato frecuente o habitual permite que los seres humanos se conozcan en profundidad: si se registra una afinidad, es probable que se conviertan en amigos.
Existen diferentes tipos de amistad. Los amigos por carta o amigos por correspondencia, por ejemplo, son los que no se conocen personalmente, pero construyen una amistad a partir del intercambio de misivas.
Es interesante señalar que, por lo general, la amistad no tiene que ver con la atracción física ni contempla relaciones sexuales. La excepción es el caso de los llamados amigos con derechos, cuyo vínculo de amistad habilita además el acercamiento íntimo.
Amigos por carta
Los amigos por carta son personas que establecen y mantienen amistades a través del intercambio de cartas escritas a mano, ya sea en papel o en formato digital. Aunque en la era actual predominan la comunicación por correo electrónico y la mensajería instantánea, el concepto es un recordatorio de una forma más tradicional y pausada de establecer conexiones y amistades a distancia.
Ambas partes se toman el tiempo para expresar sus pensamientos, sentimientos y experiencias de manera detallada a través de las cartas. A menudo se encuentran en diferentes lugares geográficos, lo que hace que las cartas sean una forma de mantener una relación cercana a pesar de la distancia.
Dado que las cartas requieren más tiempo y esfuerzo en comparación con las comunicaciones instantáneas, las personas tienden a reflexionar más sobre lo que escriben, lo que puede profundizar las conexiones y la comprensión mutua. A menudo incluyen detalles personales, dibujos, fotografías u otros elementos creativos que pueden transmitir una sensación de individualidad y cuidado.
A diferencia de las conversaciones rápidas en línea, las cartas se envían y reciben con cierto intervalo, lo que permite que las personas se concentren en la calidad de su comunicación en lugar de la cantidad. Estas amistades a menudo perduran a lo largo de los años, ya que el proceso de intercambio de cartas se convierte en una tradición y una parte significativa de la relación.
Amigo de una cosa
Se dice que alguien es amigo de una cosa cuando ésta le gusta o le agrada mucho: «Soy amigo de las fiestas multitudinarias», «Los amigos de la tranquilidad suelen elegir este destino turístico», «No soy muy amigo de las verduras, pero sé que son saludables y que debo incluirlas en mi dieta».
Cuando decimos que «no somos muy amigos de algo» expresamos de una forma poco arriesgada nuestra falta de interés o agrado. Esta expresión es muy útil para evitar una herida a los sentimientos ajenos, si el tema en cuestión le importa especialmente. Por ejemplo, cuando alguien nos habla de su estilo de música favorito y no coincide en absoluto con el nuestro, podemos responder de esta manera aunque pensemos que jamás la escucharíamos por voluntad propia.
Amigo de lo ajeno
La expresión amigo de lo ajeno hace alusión a un ladrón («Un amigo de lo ajeno se llevó mi bicicleta»). Es una forma relativamente suave de hacer referencia a estas personas, que busca desdramatizar la situación del robo en lugar de ahondar en ella o permitir que nos haga daño a nivel emocional.
A pesar de la popularidad de la comunicación por Internet, los amigos por carta siguen existiendo.
Fuego amigo
Se denomina fuego amigo al disparo o el ataque —incluso simbólico o verbal— que proviene del bando propio. La expresión se utiliza para describir situaciones en las que, en el contexto militar o de seguridad, un individuo o grupo ataca accidentalmente a sus propias fuerzas, aliados o compañeros, con potenciales daños o bajas.
La expresión también se ha extendido metafóricamente a otros contextos fuera del ámbito militar, para describir situaciones en las que acciones o palabras de personas cercanas o aliadas resultan perjudiciales o problemáticas para un objetivo común o para el propio grupo («El presidente debería estar preocupado por el fuego amigo»).
