Boquiabierto es un adjetivo que se utiliza para calificar a aquel cuya boca está abierta, indica el diccionario de la Real Academia Española (RAE) en la primera acepción que menciona del concepto. La persona con la boca abierta, por lo tanto, está boquiabierta.
Por ejemplo: “Para realizar la extracción de la muela, necesito que permanezca boquiabierto durante varios minutos”, “Estoy boquiabierto porque, si cierro la boca, me duele la mandíbula”, “Es difícil hablar cuando tienes que permanecer boquiabierto”.
Es importante señalar que el uso del término boquiabierto en situaciones como las expuestas en el párrafo anterior no es muy común en el habla cotidiana, al menos no en todas las regiones de habla hispana; en muchos casos es normal recurrir a la frase «con la boca abierta».
Concepto de boquiabierto
Boquiabierto también se le dice al sujeto que queda sorprendido, atónito o estupefacto por algo: “El escote de la cantante dejó boquiabierto al presentador”, “Los espectadores quedaron boquiabiertos ante la maravillosa jugada del capitán del equipo”, “Al descubrir que el anciano le había dejado una propina de 1.000 dólares, la camarera quedó boquiabierta”.
En este caso, la noción de boquiabierto está vinculada a la expresión que suele adoptar el rostro de un individuo cuando algo lo deja pasmado o sobrecogido. La persona que se sorprende de gran forma suele abrir la boca sin poder articular palabras. También abre mucho los ojos, como intentando convencerse de que aquello que está viendo es real.
Algunos ejemplos
Supongamos que un hombre camina por una avenida de su ciudad cuando, de pronto, se cruza con una mujer desnuda. Lo extraño de la situación hace que quede boquiabierto, sin lograr entender por qué la chica en cuestión está en la vía pública sin ropa.
Si un jugador de fútbol le da un puñetazo en el rostro a un compañero de equipo, el público presente en el estadio también quedará boquiabierto ante esta escena irracional.
Como puede apreciarse en los ejemplos anteriores, la variedad de situaciones que pueden dejarnos boquiabiertos es muy amplia, aunque existen muchas más, ya que cada persona tiene su propia sensibilidad, sus propios intereses y esto hace que lo normal para alguien parezca raro para otros.
Quedar boquiabierto, una reacción frecuente
Un detalle que no debemos dejar pasar es que no siempre nos quedamos boquiabiertos cuando se presenta ante nosotros una situación inesperada; por el contrario, muchas veces vamos detrás de aquellas cosas que nos dejan atónitos, porque nos generan mucho placer y deseamos volver a vivirlas.
Por ejemplo, los amantes de los gráficos generados por ordenador siempre están al corriente de los últimos avances tecnológicos en tarjetas gráficas y programas de edición y animación en tres dimensiones porque sienten la necesidad de ver algo mejor que su última película o su último videojuego favorito. Cada vez que se anuncia un título revolucionario, aunque lleguen a la noticia de forma voluntaria, no pueden contener su emoción, quedan boquiabiertos.
Claro que también es posible reaccionar de esta forma cuando nos enfrentamos a una situación que nos sorprende por razones negativas, que nos afecta, nos hace daño porque no esperábamos tener que pasar por algo semejante. Algunas de las cuestiones que entran en este grupo son la traición, el engaño y las malas noticias.
Veamos algunos ejemplos en los cuales se grafica este grupo de situaciones que pueden dejarnos con la boca abierta a la vez que decepción y tristes: una persona que recibe una carta de despido sin motivo aparente después de haber trabajado en una empresa a lo largo de dos décadas; alguien que descubre que su pareja lo ha engañado durante varios años; un individuo advierte que, a pesar de haberle pedido a un amigo que no contase un secreto, éste lo hace y lo vuelve público.