Braille es un apellido y también un sustantivo común. De hecho, aquello que designa el sustantivo recibe su nombre en honor a la persona que lo desarrolló.
El francés Louis Braille (1809–1852) fue un inventor y pedagogo que ideó un sistema de escritura y lectura para no videntes. Dicho método, basado en dibujos en relieve, se conoce como braille.
El braille se basa en la percepción táctil.
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ResumenLa historia del sistema braille
Antes de adentrarnos en las características del sistema braille, es necesario centrarse en la figura de Charles Barbier de la Serre (1767–1841). Este militar francés creó un código de lectura y escritura para que los oficiales tuvieran la posibilidad de leer y escribir y de transmitir sus posiciones sin utilizar luz.
El código de Barbier de la Serre se estructuraba a partir de puntos en relieve que podían «leerse» pasando la punta de los dedos sobre ellos. Louis Braille tomó conocimiento de este sistema en su adolescencia, cuando asistía a la Escuela de Ciegos y Sordos de París.
Braille había perdido la visión en su infancia. Tras estudiar el mencionado código, lo reformuló para adaptarlo a las necesidades de todos los individuos con discapacidad visual. Luego de pruebas y cambios, llegó a darle forma al sistema de seis puntos que aún hoy se utiliza, conocido como sistema de escritura braille.
Los puntos braille representan letras, números y otros símbolos.
Características del alfabeto
Es importante tener en cuenta que el braille es un alfabeto, no una lengua: por eso también se habla de alfabeto braille. Mediante las celdas de seis puntos, organizados en dos columnas y tres filas, es posible representar letras, números, símbolos y signos.
La codificación está vinculada a si los puntos están, o no, presentes. Los seis puntos hacen posible la obtención de 64 combinaciones distintas: según la ausencia o presencia de los puntos en cada una de las posiciones, se establece la letra en cuestión.
La alternancia de los puntos también sirve para indicar prefijo numérico, signos de puntuación y mayúsculas, por ejemplo. Para la representación de letras particulares o acentuadas de los distintos idiomas, los signos pueden diferir.
Pueede indicarse que el braille permite la escritura táctil y la lectura táctil. Gracias a la grabación en relieve de las letras, los invidentes pueden comunicarse plasmando sus mensajes en un soporte.
Los libros braille facilitan la lectura para ciegos.
Los dispositivos braille
Con los años se crearon diversas máquinas y artefactos que facilitan la producción y la interpretación de los signos del sistema braille. Los dispositivos braille pueden trabajar de manera física o virtual para mejorar la accesibilidad.
Existen dispositivos braille de entrada y de salida. En el caso de los dispositivos de entrada, podemos nombrar a los teclados brailles, que tienen seis u ocho teclas y se usan para la representación de los caracteres a través de la pulsación simultánea de determinadas teclas.
Una línea braille, en tanto, se utiliza para la salida de contenido en código braille desde un teléfono celular (móvil) o una computadora (ordenador). De este modo, el individuo no vidente puede tener fácil acceso a los datos.
Otro elemento tecnológico de gran importancia es la impresora braille. Gracias a este producto, se pueden imprimir imágenes y textos con puntos que se graban sobre un papel. Habitualmente imprimen braille de seis puntos, aunque hay equipos que pueden imprimir ocho puntos.
La lógica de funcionamiento de la impresora braille es similar a la de la impresora láser o de chorro de tinta. La diferencia es que, para la impresión braille, se emplean percutores que marcan las hojas.
Actualmente existen apps de braille que permiten aprender el alfabeto, leer textos desarrollados con el sistema o traducirlos. De este modo, el software braille es otra herramienta de inclusión.
La existencia de cajeros automáticos con braille, escaleras con señalización en braille y menús en braille, por ejemplo, favorece la integración social de quienes padecen una discapacidad visual, ya que les brinda instrumentos para desenvolverse en la comunidad.
La alfabetización
La alfabetización braille es muy importante ya que contribuye a la igualdad y la independencia. Para quien padece una discapacidad visual severa, se trata de una capacitación indispensable para recibir información y transmitirla.
Por eso los programas de enseñanza de braille son tan relevantes. Así como la alfabetización en personas con discapacidad visual es clave, la enseñanza de braille también es necesaria en personas sin trastornos de la visión debido a que amplía las posibilidades de interacción y ayuda a la construcción de una comunidad inclusiva.
Los cursos de braille se dictan en instituciones públicas y privadas. Asimismo, existen opciones que impulsan el autoaprendizaje, con lo cual la formación puede adaptarse a las necesidades de cada uno.
No se puede dejar de mencionar que, más allá de la relevancia del braille, las personas no videntes deben contar con otros recursos y soportes para que puedan desarrollarse en plenitud, como perros guía, audiolibros, dispositivos con reconocimiento de voz o computadoras con tecnología de voz a texto, por ejemplo.
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