Para poder determinar el significado del término camaradería, es necesario conocer antes su origen etimológico. En este caso podemos establecer que se trata de una palabra que deriva del latín camara, que era sinónimo de “estancia abovedada”. Una palabra que, a su vez, procede del griego kámara, que tenía el mismo significado.
Se conoce como camaradería al vínculo amistoso o de respeto que forjan las personas con intereses o afectos en común. Quienes desarrollan este tipo de relaciones son camaradas. Por ejemplo: “Mañana habrá un encuentro de camaradería de futbolistas locales”, “Me gusta mucho la camaradería que hay entre los empleados de la empresa”, “La escuela tiene la obligación de fomentar la camaradería”.
La idea de camaradería puede vincularse al compañerismo. Cuando dos o más individuos son camaradas, están unidos por un trabajo, una militancia u otro motivo. La camaradería implica que entre estos sujetos existe la solidaridad, el cariño y la simpatía.
Orìgenes de la idea de camaradería
La etimología de camarada está asociada a cámara: los camaradas eran aquellos que dormían en un mismo cuarto o cámara. El vínculo de cercanía que forjaban, de este modo, pasó a conocerse como camaradería.
Además de todo lo expuesto, es interesante saber que se considera que el origen de la camaradería se encuentra, según algunos estudios, en los famosos Tercios de Flandes. Y es que se cree que precisamente esa camaradería que existía entre los miembros de esos ejércitos no solo no se encontraba en otros ejércitos sino que era precisamente su principal valor. Esa sensación de ser camaradas les hace estar tan unidos y cohesionados que se comportaban como uno. Y ya sabemos eso de “la unidad hace la fuerza”.
Se establece que la citada camaradería se comenzaba formando entre los ocho o diez hombres que vivían y compartían la misma cámara o camarada. En esa cada uno realizaba una función en beneficio de todos. Así, estaba el que buscaba leña, el que hacía el fuego, el que se encargaba de cocinar, el que se encargaba de ejercer de tesorero…
Partiendo de todo eso, luego se creó lo que se dio en llamar “hacer la camareta” que consistía en que esos hombres que compartían habitación se jurasen cuidarse y protegerse como si de hermanos se tratasen. Y eso luego era extrapolado a lo que era el campo de batalla.
El concepto en distintos ámbitos
El concepto de camaradería, de todas formas, suele utilizarse en ciertos ámbitos específicos. En la vida cotidiana es más común que la gente apele a términos como amistad o fraternidad para aludir a estos vínculos.
Los afiliados a un sindicato, los militantes de un partido político y los miembros de una fuerza de seguridad suelen llamarse camaradas. En estos contextos es habitual que se hable de camaradería, o al menos resulta más frecuente que en el lenguaje coloquial.
Los bolcheviques, por citar un caso histórico, impulsaron el trato de “camarada” para igualar a las personas. Ya sea a los funcionarios o a cualquier integrante del partido se lo denominaba con este apelativo, evitando otros términos que marcaban una distancia, como “señor”.