Campesino es un adjetivo se emplea para denominar a aquel o aquello vinculado al campo: las tierras que se encuentran fuera de una ciudad y que, por lo general, son laborables. El concepto suele aludir al individuo que reside y desarrolla actividades en un campo.
Por ejemplo: «El gobierno anunció que entregará becas a jóvenes campesinos que deseen cursar estudios superiores», «Un grupo de campesinos ha cortado la carretera para exigir que la compañía minera se retire de la región», «Mi abuelo nació en un pequeño pueblo de campesinos».
Características de los campesinos
Los campesinos son quienes integran una comunidad rural. Pueden ser propietarios de la tierra que trabajan u obreros contratados por el dueño del terreno para realizar tareas de cultivo, ganadería, etc.
Mientras que los habitantes de las ciudades se dedican a actividades industriales o vinculadas a los servicios, los campesinos por lo general se desempeñan en contacto directo con las materias primas. Pueden sembrar y cosechar vegetales o frutas, criar ganado o tener animales de granja, por citar algunas posibilidades.
La urbanización de terrenos que antes eran rurales y la introducción de tecnología que reemplaza a la mano de obra humana hacen que muchos campesinos se vean forzados a trasladarse a las ciudades para subsistir. Al llegar a los grandes centros urbanos, de todos modos, es habitual que encuentren problemas para integrarse y conseguir trabajos bien remunerados.
Más allá de aludir a las personas, el término campesino también puede referirse a otras cuestiones propias de la vida rural: «Hace muchos años que vivo en la capital, pero todavía mantengo algunas costumbres campesinas», «El trabajo campesino es muy sacrificado», «Las escenas campesinas me resultan pintorescas».
Connotaciones negativas
El término campesino suele tener ciertas connotaciones negativas en el habla cotidiana, no sólo de las personas criadas en la ciudad sino incluso de algunas que nacieron en el campo.
Lamentablemente, los medios de comunicación alimentan la idea de que los campesinos son seres inferiores, ya sea por su formación académica o por sus intereses, y nos llevan a creer que se trata de esclavos que se encuentran al servicio de los habitantes de las grandes ciudades.
De este modo, la sociedad se quiebra en dos partes de derechos desiguales: una es más poderosa que la otra, es más digna, más valiosa. Todo esto deriva en el malestar de quienes reciben el desprecio, pero también afecta negativamente a quienes lo expresan, aunque de una forma menos directa. Cuando invertimos nuestro aliento y nuestra saliva en disminuir a alguien de manera injusta, nos privamos de conocerlo realmente y, por defecto, de conocernos más a nosotros mismos.
Otras consideraciones sobre el concepto de campesino
¿Se puede definir el perfil del campesino? Pues para responder a esta pregunta bien podemos proponer la correspondiente al ciudadano, entendiendo este término como «individuo natural de una ciudad». Esto se extiende también a las características de la vida en cada ámbito, ya que no es igual para todos. La individualidad de cada persona da lugar a la variedad, a la diversidad, y es gracias a esto que surge lo mejor de cada especie.
Una de las cuestiones que suele asociarse a la vida en el campo es la paz. No hay como despertar todas las mañanas en una zona alejada de los centros urbanos, en medio de hectáreas de suelo sin pavimentar, donde muchos de los árboles no han sido plantados por el hombre.
Esto va de la mano de la repercusión que tiene en la salud: el aire campesino es indefectiblemente más limpio que el urbano, ya que el nivel de contaminación ambiental es considerablemente menor. Esto no significa que la vida en la ciudad no pueda ser saludable para el ser humano, sino que nos ofrece otros beneficios, generalmente relacionados con el acceso a ciertas oportunidades laborales o académicas que la sociedad mantiene alejadas del ámbito rural.