La primera acepción de cesárea que menciona el diccionario de la Real Academia Española (RAE) hace referencia a aquello vinculado al emperador o al imperio. Por eso varias ciudades llevan o llevaron ese nombre, como Cesarea Marítima o Cesarea de Filipo. En estos casos el término se usa sin tilde como una derivación del latín Caesarea.
La utilización más habitual del concepto de cesárea, de todos modos, se encuentra en el ámbito de la salud. Se denomina cesárea a una intervención quirúrgica que consiste en la apertura del útero para la extracción de un bebé.
La cesárea, por lo tanto, es una operación de parto. Se trata de una incisión que se realiza sobre la pelvis cuando el parto por vía vaginal acarrea un riesgo para el bebé y/o para la madre.
Existen diversos motivos que pueden llevar a un ginecólogo a sugerir la realización de una cesárea. Algunas mujeres, más allá de las recomendaciones, están dispuestas a tener un parto vaginal y asumir los riesgos. Como cualquier operación, de todos modos, la cesárea también acarrea riesgos. Por eso se recomienda que un especialista decida cuál es la mejor manera de dar a luz y que la embarazada acepte la indicación médica.
En concreto, entre las causas más habituales que llevan a los doctores a determinar la necesidad de acometer una cesárea se encuentran algunas como estas:
-La gestante tiene una enfermedad cardíaca.
-Existe una evidente desproporción entre lo que es la cabeza del bebé y la pelvis materna.
-La futura mamá cuenta con un tumor en lo que es la zona del cuello uterino.
-La mujer ya ha tenido otras cesáreas en partos anteriores.
No obstante, hay otras muchas situaciones, en este caso relacionadas con el bebé directamente, que requieren que se practique una cesárea para que ese venga al mundo. Nos estamos refiriendo, por ejemplo, a que está de nalgas, a que cuenta con un peso muy bajo, a que se han detectado distintas malformaciones fetales o a que se considera que se ha producido la pérdida del bienestar fetal.
Eso sin olvidar que también pueden llevar a esa cesárea desde infecciones de la madre hasta un la preeclampsia grave pasando por enfermedades de la progenitora como la diabetes.
En la actualidad es habitual que la mujer reciba anestesia epidural antes de la intervención. De esta manera permanece despierta en el parto y solo tiene anestesiado el sector inferior de su cuerpo.
Además de todo lo indicado, no podemos olvidar el destacar que existen varios tipos de cesárea en base a distintos criterios:
-Si se parte del instante en el que se toma la decisión de llevarla a cabo, nos topamos con la programada, que se determina antes de que dé comienzo el parto, y la intraparto, que es la que se decide cuando el alumbramiento ha comenzado.
-Si se tiene en cuenta la zona donde se realice la incisión, hay dos: la corporal y la segmentaria.
Tras la cesárea, la paciente debe guardar reposo y tomar ciertas precauciones. La recuperación, incluso cuando todo resulta bien en la intervención, demanda varios días.