La coalescencia es la propiedad de las cosas de fundirse o unirse. Las sustancias o los materiales coalescentes son aquellos que pueden unirse en un único cuerpo.
Para la química, la coalescencia -término que tiene su origen en el vocablo latino coalescens– implica un proceso a través del cual dos dominios de fase de composición esencialmente idéntica entablan un contacto y forman un dominio de fase mayor. Los materiales, de esta manera, establecen una optimización de su superficie para minimizar el gasto de energía.
Un ejemplo de coalescencia se produce al mezclar agua y aceite y agitar el recipiente. Pronto veremos cómo las gotas comienzan a fusionarse hasta componer una única gran gota que supone la separación final entre ambas sustancias.
La coalescencia en distintos ámbitos
La coalescencia también tiene lugar cuando se desarrolla la soldadura de metales. Al aplicar energía térmica (calor), la soldadura por fusión logra la coalescencia a través de la fundición, formando un sistema único de cristales. El metal fundido está en contacto con los bordes de las superficies de unión, que se hallan parcialmente fundidos.
Por otro lado, en el ámbito de la medicina también se recurre al uso de la palabra que ahora estamos analizando. Así, se habla de coalescencia para referirse a la adherencia de dos superficies que se encuentran en contacto. Un claro ejemplo de ello serían las cicatrices.
La noción de logopedia
Todo ello sin olvidar que, en el campo de la logopedia, se hace referencia a este mismo vocablo. En su caso, se recurre a su uso para definir a lo que es la asimilación de dos sonidos diferenciados y que originan, precisamente por esa “unión”, un sonido totalmente nuevo.
En concreto, podemos matizar aún más y explicar que esa acción es uno de los procesos fonológicos que forman parte del lenguaje infantil y que desarrollan básicamente con la intención de simplificar el habla. Es más, en ese caso la coalescencia se incluye como un proceso que se refiere a la formación de la sílaba.
El fenómeno de la coalescencia se puede observar en la geografía cuando un río que procede de una cordillera alcanza en el fondo de un valle tectónico. Este curso de agua arrastra una importante cantidad de sedimentos que forman conos de deyección y que se superponen unos con otros. La acción de las precipitaciones y las diversas crecidas hacen que, con el paso del tiempo, el valle cuente con depósitos intercalados que generan una estratificación cruzada.
Teoría de la coalescencia
Además de todo lo expuesto tendríamos que señalar la existencia de lo que se ha dado en llamar teoría de la coalescencia. Esta viene a ser una técnica o mecanismo que se ideó con el claro objetivo de poder llevar a cabo el estudio y análisis de la variación genética. Para ello se basa en la historia de variantes genéticos en el pasado.
Hay que subrayar que aquella cuenta con un gran valor, ya que se ha considerado que ha sido el avance más importante conseguido en los últimos treinta años acerca de la conocida como genética de las poblaciones.