El vocablo del latín tardío concatenatio llegó al castellano como concatenación. El término menciona el acto y el resultado de concatenar: vincular, ensamblar o acoplar distintos elementos.
En el ámbito de la informática, la concatenación es una operación que consiste en la unión de dos o más caracteres para desarrollar una cadena de caracteres, conocida en inglés como string. Esta cadena es una secuencia finita y ordenada de elementos que forman parte de un determinado lenguaje formal. La concatenación puede llevarse a cabo incluso uniendo dos cadenas de caracteres o enlazando un carácter a otra cadena.
A lo largo del arduo y complejo proceso que supone el desarrollo de un programa informático, ya sea una aplicación, un videojuego o cualquier otra clase, se usa muy a menudo el concepto de concatenación, ya que es una de las operaciones más útiles de las cadenas de texto, otro de los elementos fundamentales de la programación.
Si bien en un ejemplo fuera de contexto, como ser que «ab» concatenado con «ril» nos da la cadena «abril», no es posible apreciar su utilidad, la concatenación tiene un gran potencial en la programación informática. Uno de los casos más comunes es la carga de recursos, entre los cuales tenemos las imágenes, los sonidos, los objetos tridimensionales, las librerías y el texto mismo de la interfaz de usuario.
Cada uno de los «paquetes» de recursos tiene un nombre determinado, y puede estar almacenado en una carpeta en particular para facilitar su organización y mantenimiento. Sobra decir que la nomenclatura, la forma en la que se agrupan y los métodos usados para acceder a los recursos surgen de la decisión de cada desarrollador, por lo cual en dos equipos dados pueden ser muy diferentes.
Parte del nombre de un paquete o de su directorio suele ser el código del idioma al que corresponde («es» para español, «en», para inglés, etcétera), aunque la raíz sea la misma para todos; por ejemplo: «diálogo01_es» y «diálogo01_en» hacen referencia al mismo diálogo, aunque el primero contiene la versión en español, y el segundo, en inglés.
Aquí es donde la concatenación se vuelve especialmente útil: una vez que tomamos de la base de datos la raíz del nombre del recurso que necesitamos cargar en memoria (en este caso, «diálogo01»), usamos una función que nos permita crear una nueva cadena de texto agregándole un guion bajo y la terminación correspondiente al idioma seleccionado por el usuario; habiendo completado esta tarea ya podemos pasarle a la función de carga el nombre completo del recurso.
En un sentido similar, la idea de concatenación se emplea con referencia a la unión de un átomo de carbono a otros átomos del mismo tipo para la formación de cadenas, que pueden ser cíclicas, ramificadas o lineales.
La concatenación, por otra parte, es un recurso retórico que consiste en repetir la palabra final de un verso o de una cláusula al comienzo del verso o de la cláusula siguiente. Por ejemplo: “Admiro tu hermoso rostro / Rostro de mujer libre / Libre como las aves en el bosque”. Como puede ocurrir con otros recursos literarios, es necesario usarlo con buen gusto y de forma que no genere en el lector la sensación de estar ante una reiteración arbitraria.
El uso del concepto de concatenación en el lenguaje coloquial se relaciona a una sucesión, una seguidilla o una continuidad de acontecimientos o acciones: “El primer gol del equipo rival llegó tras una concatenación de errores defensivos de nuestro conjunto”, “Hoy no podré ir a verte: tengo prevista una concatenación de reuniones que no me dará respiro”, “La Justicia señaló que la concatenación de contratos temporales es ilegal”.
