Un conducto es un canal que sirve para que el agua y otros fluidos u objetos puedan pasar, desplazarse y tener una salida. El término tiene su origen en el vocablo en latín conductus («conducido»).
Por ejemplo: «Tenemos que llamar a un plomero ya que está tapado el conducto del baño», «El equipo de aire acondicionado tiene un conducto que utiliza para desagotar y que siempre debe mantenerse limpio para evitar problemas en el funcionamiento», «El gato se metió en el conducto de aire y tuvimos que pedir ayuda a los bomberos para sacarlo».
Conductos en el organismo
Los conductos también son los tubos o canales que se advierten en los cuerpos de los seres vivos y que garantizan el desarrollo de múltiples funciones fisiológicas. Uno de dichos tubos es el denominado conducto mamario, presente en las mujeres para garantizar que la leche pase desde los lóbulos mamarios hacia el pezón.
El conducto nasolagrimal, por su parte, lleva las lágrimas desde el saco lagrimal hasta la cavidad nasal. Otro conducto importante es el conducto auditivo exterior, una cavidad del oído que tiene la función de hacer que los sonidos se desplacen por el pabellón auricular y alcancen el tímpano.
En los hombres, los conductos seminíferos son aquellos donde se producen los espermatozoides. Los conductos eyaculatorios, en cambio, son los que permiten que el semen llegue hasta el pene, por donde se produce su expulsión.
Y todo ello sin olvidar tampoco lo que se conoce como conducto cístico, que es aquel que se encarga de dar salida a todos los productos que circulan por la vesícula biliar, o el llamado conducto deferente que es el que se halla en cada uno de los testículos del ser humano masculino y que tiene como clara función el funcionar como eyaculador y excretor.
El hepático que está en el hígado, el inguinal que se halla en el abdomen o el raquídeo que puede encontrarse en la médula espinal son otros de los conductos que también forman parte de la anatomía del cuerpo de un hombre o de una mujer.
Autorización para circular
Por otra parte, hay que subrayar la existencia de un término que utiliza el concepto que estamos analizando como parte integrante. Nos estamos refiriendo a la palabra salvoconducto que es aquel documento que es expedido por una autoridad competente y que tiene como claro objetivo que la persona que lo posea pueda circular por un territorio peligroso sin correr ningún tipo de riesgo pues aquella autoridad tiene peso y es reconocida en dicha zona.
Así, por ejemplo, durante la Edad Media era frecuente que los monarcas realizaran este tipo de documentos para otorgárselo a sus caballeros o vasallos con el claro objetivo de que pudieran pasar por las distintas ciudades de su reino sin que nada ni nadie pusiera en peligro sus vidas.
Además de ello, también podemos exponer que salvoconducto es aquella libertad que se le da a alguien para que haga algo sin temor a que sea castigado.
Conducto, en este marco, es la intervención de una persona para la resolución de un asunto: «El funcionario logró salir del país por conducto del intendente de la ciudad, quien intercedió ante las autoridades fronterizas», «El conducto que nos brindó tu padre fue de gran ayuda».