El término constituyente deriva del latín, pues es fruto de la unión de varios componentes de dicha lengua: el prefijo «con-«, que es equivalente a «junto» o «todo»; el verbo «statuare», que es sinónimo de «establecer»; el sufijo «-ente», que puede traducirse como «agente» o «el que realiza la acción».
Constituyente es una palabra que, de acuerdo al contexto y a su uso, puede aparecer como adjetivo o como sustantivo. Se califica como constituyente a aquel o aquello que compone, fija o forma algo.
Por ejemplo: «La cerámica es el principal constituyente de este obra artística, que también incluye madera, piedra y hojas secas», «Mañana se iniciará la convención constituyente impulsada por el oficialismo», «Soy un integrante constituyente de esta junta directiva y no voy a dejar que ignoren mi opinión».
Poder constituyente
Se conoce como poder constituyente a aquel que tiene la facultad de dictar el orden jurídico de un territorio y de imponer sus normas fundamentales. Este poder, por lo tanto, es el que sustenta la creación de un Estado y el establecimiento de su organización política, así como también su posterior modificación.
Es interesante determinar que también existe lo que se da en llamar proceso constituyente. Este, que viene a ser pieza fundamental de la democracia, es aquel que se pone en marcha con el claro objetivo de dar forma a una constitución que esté ajustada y adecuada a las necesidades de la población en cada momento.
Diferencias con la reforma constitucional
Aunque a veces ambos conceptos se confundan, el proceso constituyente se diferencia de manera notable de una reforma constitucional. Y es que esta pretende realizar una serie de modificaciones en la Carta Magna mientras que el primero persigue dar la oportunidad a la ciudadanía, que es la que tiene el poder constituyente, de crear una nueva. La reforma constitucional no cuestiona la legitimidad de los cambios planteados a los artículos de la constitución, mientras que el proceso constituyente busca la legitimidad democrática.
Por regla general, ese proceso citado se compone de tres fases fundamentales: la convocatoria de un referéndum para que se dé inicio y legitimidad a aquel, la realización y redacción de la constitución por parte de los representantes que han sido elegidos en las elecciones y finalmente un referéndum de aprobación.
Una asamblea constituyente, en este sentido, es la entidad que se forma ad hoc para modificar o crear una constitución. Este organismo puede tener diferentes configuraciones. Al individuo que es escogido para formar parte de esta clase de asambleas se lo conoce como constituyente: «En 1993 fui constituyente e impulsé la reforma de la constitución», «Nuestro partido político aportará ocho constituyentes a la asamblea».
De la misma manera, tenemos que subrayar la existencia de lo que se conoce como Cortes Constituyentes, las cuales poseen el poder de llevar a cabo el dictado, o bien la reforma, de la pertinente constitución si así lo estiman oportuno por el bien de un país.
Constituyente sintáctico
A nivel de la gramática, se denomina constituyente sintáctico al término (o a la agrupación de ellos) que actúa como unidad en el marco de la jerarquía que existe dentro de una oración. Si bien todos los constituyentes sintácticos están compuestos por una o más palabras, no todas las palabras funcionan como constituyentes sintácticos en la oración.
Por lo general, es posible descomponer un constituyente en dos o más subgrupos, y cada uno de ellos representa un constituyente. El orden de los constituyentes que conforman una oración se calcula en base a la posibilidad de descomponerlos en subconstituyentes. Normalmente, la gramática tradicional denomina sintagma a todo constituyente sintáctico que posea un mínimo de dos elementos, algo que en la actualidad no resulta del todo correcto.