Para poder conocer a fondo el significado del término contraproducente vamos a proceder, en primer lugar, a descubrir su origen etimológico. En este caso podemos exponer que se trata de una palabra que deriva del latín y que es fruto de la suma de varios componentes de dicha lengua:
-El prefijo “contra-”, que puede traducirse como “en contra”.
-La partícula “pro”, que se utiliza para indicar “adelante” o “a favor”.
-El verbo “ducere”, que es sinónimo de “guiar”.
-El sufijo “-nte”, que viene a indicar “agente”.
Contraproducente es un adjetivo que se emplea para calificar a aquello que genera una consecuencia opuesta a la pretendida. Cuando alguien realiza una acción con el objetivo de producir un cierto efecto, y obtiene lo contrario a lo que deseaba, se dice que la acción resultó contraproducente.
Por ejemplo: “La ofensiva militar en el extranjero fue contraproducente: la seguridad nacional no mejoró en nada”, “Creó que tratar de ocultar las malas noticias siempre es contraproducente porque la verdad, tarde o temprano, sale a la luz”, “Las trabas a las importaciones son contraproducentes”.
Supongamos que una imprenta, con la intención de imprimir más páginas en menos tiempo, adquiere una nueva máquina. Sin embargo, debido a la complejidad de su operatoria, los trabajadores pierden muchas horas hasta que logran imprimir una obra. Por lo tanto, al final del día, con la nueva máquina se imprimen menos páginas que antes. Puede decirse que la decisión de la empresa, en definitiva, resultó contraproducente.
Otro ejemplo de esta noción lo podemos encontrar en ciertas medidas que puede tomar un gobierno. El presidente de un país en crisis, para minimizar las protestas que ya generaron varios hechos de violencia, declara el estado de sitio. A diferencia de lo que suponía el mandatario, la gente no opta por quedarse en su casa sino que, enfurecida por la decisión presidencial, se manifiesta con más vehemencia. Por eso la declaración del estado de sitio fue contraproducente: no solo no cumplió con su finalidad, además agravó la situación negativa que ya estaba en marcha.
Otro ejemplo para poder entender el término contraproducente es el siguiente. Hay muchos padres que cuando sus hijos se niegan a tomar un tipo de alimento lo que hacen es presionarles y obligarles a que lo ingieran. Los expertos en nutrición, pediatría y psicología consideran que esa acción de los adultos es contraproducente. ¿Por qué? Porque con ella lo único que consiguen es que los menores repudien más el producto en cuestión porque lo asociarán a momentos negativos.
Dentro del ámbito literario nos encontramos con obras que llevan en sus títulos el término que ahora nos ocupa. Este sería el caso de la novela “Contraproducente”, escrita por Duván Vargas Sánchez. Viene a contar la historia de un ilustre médico con un gran éxito a nivel profesional, pero que se encuentra “atrapado” no solo por una homosexualidad oculta sino por una enfermedad que intenta esconder e incluso por ciertos fantasmas del pasado.