Un contrato es un pacto que puede establecerse por escrito u oralmente. Social, por su parte, es aquello vinculado a la sociedad: una comunidad de individuos con intereses en común.
La idea de contrato social se utiliza en el ámbito del derecho, la sociología y las ciencias políticas para referirse al acuerdo que tiene lugar en el seno de un grupo de individuos. El concepto supone que la totalidad de los miembros está a favor de lo convenido, aceptando someterse a las normas comunes y reconociendo la existencia de una autoridad que regula el orden.
Teoría del contrato social
Esta teoría del contrato social es utilizada para explicar el origen del Estado. Los seres humanos, con la intención de convivir en sociedad, establecen de manera implícita un contrato social que les brinda determinados derechos, pero que a cambio les exige dejar de lado la libertad que tendrían si vivieran en un estado natural ya que deben someterse a las leyes. Las cláusulas del contrato social, de este modo, establecen los derechos y las obligaciones de los ciudadanos, siendo el Estado la institución que las personas acuerdan crear para garantizar el cumplimiento del pacto en cuestión.
Los hombres, en definitiva, delegan el uso de la fuerza en el Estado, que tiene la potestad de ejercer legítimamente la violencia para que el contrato social sea respetado. Es importante tener en cuenta que los términos del contrato social no son naturales y, por lo tanto, pueden ser modificados de acuerdo a la voluntad de los individuos.
Las características del contrato social pueden cambiar por varias razones, y la más común de todas es la propia evolución de la vida en sociedad, de las ideas acerca de la justicia y la libertad, que generan un impacto imposible de resistir en la historia del ser humano. Los hitos de nuestra existencia como especie marcan un antes y un después que modifica para siempre este contrato tácito e implícito, agregando, quitando o enmendando cláusulas para que reflejen la imagen más reciente que tenemos de nosotros mismos.
La mirada de los filósofos griegos
Acerca de este tema ya debatían los filósofos griegos, y por eso contamos con algunos documentos que nos pueden ayudar a estudiarlo en profundidad. Por ejemplo, tenemos la obra de Platón titulada La República, la cual reúne una serie de ideas que él consideraba fundamentales para su filosofía. En pocas palabras, es un diálogo entre Sócrates y diversas personas, entre las cuales se encuentran algunos de sus discípulos y familiares.
Una de estas personas es Glaucón de Atenas, hermano del propio Platón, quien también se volcó por la filosofía. Según él, la justicia es un pacto que nace de seres racionales egoístas. Por otro lado, el filósofo Epicuro de Samos reflexiona acerca de la política y asegura que la ley natural no existe, y que el concepto de justicia nació cuando el ser humano comenzó a tener consciencia del bien común.
Según Epicuro, nuestros antepasados vivían sumergidos en la violencia y no tenían conocimiento del bien común, hasta que surgió el contrato social: a partir de entonces, dejaron de hacerse daño entre ellos y comenzaron a transitar un camino común, gracias a lo cual nuestra especie ha podido y puede evolucionar. Su visión de la realidad previa a este pacto ha sido debatida en muchas ocasiones.
El contrato social según Rousseau
Uno de los principales teóricos del contrato social es Jean-Jacques Rousseau, quien de hecho escribió una obra conocida como “El contrato social” en el siglo XVIII.
Para Rousseau, el ser humano acepta renunciar a su estado natural de forma voluntaria para someterse a las normas de la sociedad, con el objetivo de obtener los beneficios propios que surgen del intercambio social. Ese consentimiento voluntario se concreta mediante el contrato social.