Para poder conocer el significado del término cónyuge se hace necesario, en primer lugar, descubrir su origen etimológico. En este caso, podemos exponer que deriva del latín, exactamente de “coniux – coniugis” que es fruto de la suma de los siguientes componentes:
-El prefijo “con-”, que puede traducirse como “junto”.
-El sustantivo “iugum”, que es sinónimo de “yugo”.
Concepto de cónyuge
El diccionario de la Real Academia Española (RAE) indica que cónyuge es aquel que se encuentra relacionado a otra persona a través del matrimonio.
Los integrantes de una pareja que se encuentra casada, por lo tanto, son cónyuges entre sí. Por ejemplo: “En este momento mi cónyuge se encuentra de viaje, ¿podría regresar el próximo martes?”, “Mi cónyuge se quedó sin trabajo, así que estamos teniendo algunas dificultades económicas”, “A los cónyuges se los veía muy felices durante la fiesta”.
El término en el derecho
Para el derecho, los cónyuges son las personas físicas que establecen un matrimonio. Esta unión les confiere derechos y obligaciones que son recíprocos: los cónyuges deben ser fieles, por mencionar una de las obligaciones; de lo contrario la otra parte puede presentar una demanda por adulterio.
Cónyuge es un sustantivo de género común (“el cónyuge”, “la cónyuge”). Esto permite equiparar los derechos y las obligaciones de los dos integrantes del matrimonio y deja explícita la igualdad jurídica que existe entre ambos. Por otra parte, al legalizarse el matrimonio homosexual en varios países, la legislación tiene la necesidad de emplear términos de género común.
Una separación de los cónyuges es una de las situaciones que puede traer consigo más conflictos dentro de la familia. Y es que no solo se trata de una ruptura sentimental, con los daños emocionales que eso supone para las dos partes, sino también de un fin a un hogar creado. En concreto, los aspectos que más requieren la intervención de un juez son la custodia de los hijos, la manutención de los pequeños e incluso lo que es la división de los bienes.
Cónyuges felices
Para conseguir que los cónyuges sean felices y disfruten de su relación plena es importante que cuenten con complicidad, que mantengan una buena comunicación, que respeten la intimidad y el espacio del otro y que no duden en tener momentos para disfrutar de actividades en común. Asimismo es esencial que nunca se deje de cuidar al cónyuge y de demostrarle el amor que se le tiene.
De la misma manera, hay que tener en cuenta que cualquiera de los cónyuges que luego desee volver a casarse, para poder hacerlo debe contar de manera previa con los papeles en regla. Es decir, debe tener el divorcio.
Más allá de lo especificado por los diccionarios y las legislaciones, el concepto de cónyuge también suele usarse para nombrar a los integrantes de una pareja de hecho. Por más que estas personas no hayan contraído matrimonio, cuando conviven en el mismo hogar establecen un tipo de sociedad que resulta análoga a un vínculo conyugal: por eso se los nombra como cónyuges.