El término decrépito tenemos que establecer que tiene su origen etimológico en el latín. Exactamente deriva de «decrepitus», que es fruto de la suma de dos partes bien diferenciadas como son estas:
-El prefijo «de».
-El verbo «crepare», que es sinónimo de «crujir» o «producir un ruido en seco».
Se trata de un adjetivo que califica a aquel o aquello que, debido a la vejez o a la antigüedad, sufre un notorio deterioro de su estado.
Por ejemplo: «¡Ese viejo decrépito no está en condiciones de decirme lo que tengo que hacer!», «Hace tres noches que duermo en un sillón decrépito: me duelen todos los huesos», «El encargado de seguridad se sorprendió al ver a un anciano decrépito robándose las monedas de la fuente».
Supongamos que un turista se aloja cuatro noches en un hotel muy antiguo y con escaso mantenimiento. Al regresar a su hogar, detalla en una red social de viajeros su mala experiencia, afirmando que se trata de un establecimiento hotelero «decrépito» ya que no funcionan sus ascensores, las alfombras tienen manchas, las mesas y las sillas del comedor están rotas y el edificio cuenta con serios problemas eléctricos.
Decrépito también es lo propio o característico de alguien o de algo decrépito: «El aspecto decrépito de los edificios públicos de la ciudad es lamentable», «Su decrépita forma de desplazarse no le impidió caminar unos diez kilómetros», «La apariencia decrépita de la mujer sorprendió a sus vecinos».
Si alguien habla del «estado decrépito» de una persona, hará referencia a su apariencia desmejorada y a sus inconvenientes físicos. Un hombre de 50 años que, por su adicción a las drogas, perdió su dentadura, se quedó sin trabajo, utiliza ropa sucia y vieja y debe caminar con ayuda de un bastón evidencia un «estado decrépito».
De la misma manera, no podemos pasar por alto el uso del término que nos ocupa en varios títulos de canciones. Un buen ejemplo de ello es la composición «Viejo decrépito», de El Muertho de Tijuana. Forma parte, en concreto, de su álbum «Padre Santo», que fue lanzado al mercado en el año 2015 y que se enmarca dentro del género rock.
En el ámbito de la literatura nos encontramos con el libro titulado «Historias de un barrio decrépito. Memorias de una mente enajenada», que está escrito por Curzio. En el año 2016 fue cuando vio la luz ese trabajo que viene a ser un compendio de cuentos a medio camino entre el género pulp y la novela negra.
En esos relatos se abordan temas tales como el sexo, la violencia, las drogas o las mentiras tomando como escenario el Barrio de Estrecho, situado en Madrid.
Asimismo es interesante conocer que entre los sinónimos de decrépito se encuentran obsoleto, vetusto, decadente, acabado, senil, pasado o antiguo. Por otro lado, en cuanto a sus antónimos destacan algunos tales como nuevo, flamante, reluciente, robusto, sano, vigoroso, robusto o enérgico, entre otros.