Defacto es un término que algunas personas utilizan y que, sin embargo, no debería emplearse si nos atenemos a lo que resulta correcto desde el aspecto gramatical. Por eso la palabra no forma parte del diccionario desarrollado por la Real Academia Española (RAE).
Es apropiado, en cambio, utilizar la locución de facto, compuesta por la preposición “de” y el sustantivo “facto”. De facto, por lo tanto, es aquello que tiene existencia en la práctica o en la realidad sin que se ajuste a una normativa.
Puede decirse que lo existe de facto, existe de hecho. No importa que dicha existencia esté reconocida por la ley o las normas. Por ejemplo: “Gómez es el director técnico de facto, aún cuando la planilla del equipo sea firmada por Polesey”, “Me vi forzado a asumir la dirección de la empresa de facto, ya que la enfermedad de Pereyra le impide asistir a la fábrica”.
Matrimonio de facto
Es importante establecer que defacto es un término que se utiliza para dar forma a lo que se conoce como matrimonio de facto. Este es, en realidad, lo que se conoce como pareja de hecho.
Esa pareja está formada por dos personas que mantienen una relación sentimental y que se comportan como un matrimonio en un sinfín de aspectos (personal, familiar, social…), pero que legalmente aquella no está reconocida como tal porque no se han casado ni por la iglesia ni por lo civil.
Un tipo de estándar
No podemos obviar tampoco que existe lo que se da en llamar estándar de facto. Viene a ser un patrón o una norma que no ha sido legitimada ni consensuada a través de ningún organismo oficial pero que todo el mundo acepta de manera general y como tal se utiliza.
Muchos son los ejemplos que nos pueden servir para dejar patente el significado de estándar de facto. Así se puede considerar que uno es aquel que hace referencia a los dibujos que se utilizan en los cuartos de baño de los establecimientos o edificaciones públicas para dejar claro cuáles son los de hombres y cuáles los de mujeres.
Gobierno de facto
El uso más habitual de la expresión se emplea con relación a una clase de gobierno. Un gobierno de facto es aquel en el que ciertas personas, por lo general integrantes de las fuerzas armadas, derrocan a las autoridades constitucionales y asumen el liderazgo de un país.
Esto quiere decir que los gobernantes de facto no son elegido por el pueblo en elecciones democráticas como marca la Constitución, sino que llegan al poder por la fuerza. De esta manera, desarrollan un mandato de hecho, haciendo que la población obedezca por motivos que no tienen que ver con la legalidad o el ordenamiento constitucional: “No podemos hacernos cargo de la deuda ilegítima que contrajo un gobierno de facto”, “El presidente de facto nos llevó a la guerra y fue el responsable de la muerte de miles de jóvenes”.
Empresa de comunicación
Por último, también tenemos que establecer que DeFacto es el nombre de una empresa de comunicación estratégica internacional que tiene sede en San Sebastián (España).
Fundamentalmente se encarga de desarrollar planes y estratégicas para todo tipo de entidades en materia de gestión de eventos, comunicación corporativa, diseño, comunicación en momentos de crisis, marca y relaciones públicas.