Antes de entrar de lleno en el significado del término dejar vamos a proceder a descubrir su origen etimológico. En este caso, podemos establecer que deriva del castellano antiguo, exactamente de “lejar”, que, a su vez, deriva del latín “laxare”, que puede traducirse como “aflojar”.
El verbo dejar tiene múltiples usos. La primera acepción mencionada en el diccionario de la Real Academia Española (RAE) alude al acto de soltar una cosa. Por ejemplo: “¿Puedes dejar mi teléfono? No es un juguete”, “Carlitos no quiere dejar su dinosaurio ni siquiera para cenar”, “Tengo que dejar la caja en algún lado pero no encuentro lugar”.
Dejar también puede referirse a dar autorización, aceptar o permitir algo: “Creo que mi madre finalmente me va a dejar hacer la fiesta en casa”, “Lo siento, pero no puedo dejar que actúes de ese modo ante los niños”, “El gobierno no va a dejar que los delincuentes tomen la ciudad”.
Generar una ganancia o un beneficio es otra acción que puede indicarse a través del término dejar: “Si mis cálculos no fallan, este negocio nos va a dejar más de 10.000 pesos”, “Arturo nunca pensó que el proyecto le iba a dejar tan poco dinero”, “¿Cuánto crees que puede dejar un local de este tipo durante la temporada de verano?”.
Alejarse de alguien, abandonar algo y suspender o cancelar una actividad, por otra parte, pueden aludirse como dejar: “Creo que Esteban va a dejar a Clara”, “Estoy pensando en dejar la escuela para comenzar a trabajar”, “Vamos a dejar de producir zapatos ya que no resulta rentable”.
También podemos utilizar el verbo que nos ocupa para expresar dejar de fumar, que se usa de forma muy habitual. En concreto, con esa expresión a lo que se intenta hacer mención es a que alguien está apostando por no volver a consumir tabaco.
Asimismo, en relación con los bebés también se emplea el término que nos ocupa de varias maneras. Una es la expresión dejar de usar pañales que consiste básicamente en que el niño o la niña ya no vuelva a utilizar pañales y acuda al cuarto de baño a hacer sus necesidades como las demás personas.
Además, también se utiliza la expresión dejar el chupete o dejar el biberón. La primera se refiere al proceso por el cual el pequeño ya no recurre al chupete para calmarse o dejar de llorar y la segunda hace mención a que el menor en cuestión ya no se alimenta de leche a través del biberón. Eso supone que, por tanto, comience a tener lo que se conoce como alimentación complementaria, que es cuando los menores, a partir de los seis meses de edad, comienzan a dejar de tener a la leche como su único sustento. Así, ya toman fruta, cereales, algo de carne, verduras…
Otras acepciones de dejar se vinculan a encomendar, ordenar, encargar o legar algo: “Le voy a dejar mi biblioteca a mi sobrino”, “Alberto va a dejar a los chicos al cuidado de su padre”, “El señor no se encuentra, ¿le quiere dejar algún mensaje?”.