Para poder conocer a fondo el término descifrar que ahora nos ocupa, es necesario comenzar con su origen etimológico. En este caso, podemos exponer que procede del francés, exactamente de la palabra “déchiffrer”, que es fruto de la suma de dos componentes:
-El prefijo “des-”, que se usa para indicar negación.
-El verbo “chiffrer”, que puede traducirse como “cifrar”.
El verbo descifrar refiere a la acción de descubrir el contenido aquello que se encuentra escrito en caracteres o códigos desconocidos. El mensaje en cuestión resulta inentendible hasta que alguien logra descifrarlo. El concepto de descifrar también se utiliza respecto a aclarar lo que resulta difícil de comprender.
Por ejemplo: “Los investigadores intentan descifrar un manuscrito hallado en la escena del crimen”, “El gobierno obligará a las empresas de servicios públicos a emitir facturas que sean sencillas de descifrar”, “Detective, ¿cuándo cree que podrá descifrar el enigma?”.
La idea de descifrar suele confundirse con la noción de decodificar o descodificar. Descifrar algo implica recurrir a diversas técnicas para interpretar la información que se encuentra expresada a través de un código que se desconoce. Decodificar, en cambio, consiste en aplicar reglas para la interpretación de un código conocido.
La piedra de Rosetta es un ejemplo de texto que se pudo descifrar. Esta estela, creada en el año 196 antes de Cristo, presenta un decreto que combina jeroglíficos egipcios, escritura demótica y griego antiguo.
Las escrituras jeroglíficas y cuneiformes de mayas, olmecas, hititas y otros pueblos se han podido descifrar gracias a las investigaciones de lingüistas y filólogos como Georg Friedrich Grotefend, Jean-François Champollion y Yuri Knórozov.
Precisamente el trabajo de estas personas ha permitido que se descifraran los jeroglíficos. Y eso nos lleva a conocer hoy curiosidades para leer aquellos tales como que el dibujo de un pato significa “hijo”, que el dibujo de un bastón significa “bastón” o que tres rayitas juntas en vertical se utilizan para indicar el plural de una palabra.
Esos investigadores, además, descifraron y descubrieron otras curiosidades tales como las siguientes:
-Los jeroglíficos se pueden leer en cualquier dirección, aunque la dirección de las figuras que aparecen son las que determinan el sentido de la lectura en cada uno de aquellos.
-Para conocer qué función realiza una palabra únicamente hay que fijarse en el signo que viene a destacar su labor semántica.
-El alfabeto egipcio tiene 28 consonantes y ninguna vocal.
En el lenguaje coloquial, descifrar se relaciona con entender algo de comprensión compleja, ya sea por sus características o por una intención de ocultamiento: “El fiscal busca descifrar la compleja red montada para lavar dinero”, “Estoy tratando de descifrar qué escribió el médico en esta receta”, “La metodología de construcción de las pirámides es un misterio que aún la ciencia no consigue descifrar”.
De la misma manera, también se utiliza coloquialmente el término descifrar para llevar a cabo lo que es el intento de encontrar la solución a un acertijo como puede ser: “¿Qué es lo que puedes encontrar una vez en un minuto, dos veces en un momento y ninguna vez en cien años?”.
