Detentar supone apropiarse ilegítimamente de algo.
Detentar es un verbo que proviene del latín detentāre. La acción de detentar consiste en apropiarse de manera ilegítima de algo, reteniéndolo y haciendo un uso que no le corresponde a la persona en cuestión.
Aunque esa es la definición correcta del término de acuerdo a la Real Academia Española (RAE), es habitual encontrar otro uso del concepto, sobre todo en los medios de comunicación.
En este sentido, muchas personas emplean el verbo detentar como sinónimo de ostentar, ejercer o acciones similares. Por ejemplo: “El mediocampista se mostró orgulloso por detentar la cinta de capitán”, “Gómez será quien detente la dirección de la nueva oficina”. Lo apropiado, en cambio, sería expresarse de la siguiente forma: “El mediocampista se mostró orgulloso por lucir la cinta de capitán”, “Gómez será quien ejerza la dirección de la nueva oficina”.
TemasDetentar como apropiación del poder
La noción de detentar, por lo tanto, debería quedar limitada para nombrar al accionar de quien accede a un poder, cargo o privilegio haciendo uso de la fuerza o de otro mecanismo ilegítimo: “Las fuerzas armadas detentan el poder desde 1987, cuando derrocaron al presidente constitucional”, “La dirección del club es detentada por alguien que hizo fraude para resultar ganador en las últimas elecciones”.
Estas apreciaciones nos permiten afirmar que un gobernante elegido de manera democrática y de acuerdo a lo establecido por la Constitución no detenta su cargo. Dicho verbo debería quedar limitado a aquellos que llegan al poder a través de un golpe de Estado, una revolución u otro mecanismo no contemplado por la legislación.
Un golpe de Estado lleva a un grupo a detentar el poder.
Significados opuestos
El uso incorrecto de este término llega al extremo de adquirir el significado completamente opuesto; es decir, «ejercer un cargo o poder al que se haya ascendido de manera legítima». Algo similar puede ocurrir con palabras como debe y haber, que generan muchas confusiones en el habla cotidiana a las personas ajenas a la economía, en particular porque sus significados son relativos: los bienes a los que hacen referencia dependen de quien esté hablando.
Pero no deja de ser curioso que el lenguaje popular conduzca un vocablo a su significado opuesto. Esto nos demuestra el peso que tienen las costumbres en el moldeado de la cultura, incluso cuando se trata de aquellas que deforman o degradan los pilares sobre los que se apoyan. Las academias de la lengua no suelen ir en contra de estos usos incorrectos, sino adaptarse a ellos; y es de este modo que poco a poco nuestro idioma acepta términos como «yin» in lugar de su versión inglesa jean o la ausencia de tilde en el adverbio «sólo», generando grandes confusiones a quienes lo usaran correctamente.
Entre los sinónimos más comunes del verbo detentar podemos mencionar los siguientes: usurpar, apropiarse y retener. Existen otros, algunos de los cuales son menos explícitos, como ocurre con la palabra conseguir, ya que no expresa la naturaleza ilícita con la que se lleva a cabo. A lo largo de los siglos, muchos gobernantes alcanzaron su posición de poder por medio de la imposición, haciendo uso de las fuerzas militares para generar miedo en la oposición y de este modo escribieron las páginas más sangrientas de la historia de la humanidad.
Debemos subrayar que el ser humano es la única especie que usa recursos «artificiales» para escalar en su jerarquía social: el resto de los animales deben dar pruebas de su superioridad para convertirse en líderes, y es de esta manera que sus comunidades tienen asegurado el futuro, porque siempre son guiadas por el individuo más idóneo, el más fuerte, el más intuitivo, el que mejores decisiones puede tomar por el bien del grupo. Para detentar un cargo, en cambio, no hace falta ninguna cualidad positiva, y claramente no se hace pensando en el bien común sino en los intereses personales.
