El origen etimológico del término discoteca está en el griego. Y es que es fruto de la suma de dos partes bien diferenciadas de dicha lengua:
-El sustantivo “diskos”, que puede traducirse como “disco”.
-El nombre “theke”, que es sinónimo de “depósito” o “caja”.
Las primeras acepciones del término discoteca mencionadas por el diccionario de la Real Academia Española (RAE) refieren a una colección de álbumes discográficos y al mueble o el sitio donde se guarda dicha colección. El uso más habitual del concepto, sin embargo, alude al establecimiento público al cual la gente acude para escuchar música, bailar y beber.
Por ejemplo: “Juana festejará su cumpleaños en una discoteca del centro”, “A mi novia la conocí en una discoteca”, “Hoy me levanté tarde porque anoche estuve hasta tarde en una discoteca con mis amigos”.
También llamadas discos, discoteques, boliches o antros, las discotecas suelen funcionar en horario nocturno. Es habitual que las personas, para acceder a ellas, deban pagar una entrada. Una vez en el interior, tienen la posibilidad de comprar bebidas (incluyendo bebidas alcohólicas) y de bailar en los espacios habilitados para tal fin.
La música que se escucha en una discoteca por lo general proviene de los discos que se encarga de hacer sonar un disc jockey o DJ. En ocasiones, hay bandas que actúan en vivo. También es frecuente que haya bailarines y bailarinas profesionales contratados por la discoteca para animar la noche.
Para que los menores también puedan divertirse en una discoteca, muchas veces funcionan las denominadas matinées o discotecas light. En estos casos, los adultos no tienen permitido el ingreso. Además no se venden bebidas alcohólicas en el recinto, que cierra sus puertas a la medianoche (mientras que las discotecas convencionales funcionan durante toda la noche).
Las discotecas, en definitiva, son lugares de esparcimiento y de socialización que alcanzan su mayor popularidad en las noches de viernes y sábados, cuando una gran cantidad de personas suele elegirlas para divertirse.
A lo largo de la historia han existido muchísimas discotecas. Sin embargo, una de las que consiguió convertirse en un referente a nivel internacional fue la conocida como Studio 54, que se encontraba en la ciudad de Nueva York.
En la calle 54 oeste de Manhattan es, en concreto, donde se ubicaba esa discoteca que fue muy famosa mundialmente en la década de los años 70, coincidiendo, sobre todo, con el momento en el que la música disco arrasaba en todas partes y donde en la sociedad se vivía un auge de la libertad sexual.
Que tenía apariencia de teatro, que llegó a ejercer como sede de la compañía de ópera San Carlo o había sido estudio cinematográfico y televisivo son algunas de las curiosidades de esta discoteca que se hizo muy famosa por la gran cantidad de celebrities que acudían a ella. Entre esos se encontraban desde Diana Ross y Andy Warhol hasta Brooke Shields, Mick Jagger, John Travolta, Yves Saint Laurent, Al Pacino, Richard Gere, Farrah Fawcett…
Asimismo de Studio 54 se conocía no solo que en la zona de los palcos se mantenían encuentros sexuales sino que, además, era muy habitual el consumo de droga.