División, con origen etimológico en el vocablo latino divisio, refiere al acto y resultado dividir: fragmentar, distribuir, separar o partir algo. La idea de política, por otra parte, puede aludir a la práctica o la doctrina vinculada a la gestión del Estado y de los asuntos públicos.
La idea de división política se vincula a la organización de un territorio. Se trata del resultado de una decisión administrativa de las autoridades estatales para planificar y ordenar el espacio geográfico bajo su jurisdicción.
Concepto de división política
La división política, en definitiva, es una demarcación del territorio. A través de este tipo de segmentación, se crean unidades político-administrativas que cuentan con una cierta autonomía respecto al gobierno nacional o central.
Puede decirse que la división política instaura límites internos (entre ciudades, provincias, departamentos, etc.). En un nivel más amplio, trascendiendo lo propio de un Estado, la división política a escala mundial determina las fronteras de las naciones.
Lo que hace la división política es facilitar la administración del territorio. Aunque su establecimiento suele considerar cuestiones históricas, culturales y naturales, el fraccionamiento de la tierra no deja de ser una medida arbitraria que, en ocasiones, genera polémicas y enfrentamientos.
El ordenamiento territorial del mundo
La existencia de diferentes países es una consecuencia de la división política del territorio mundial. Muchas veces, esta división se materializó luego de procesos violentos.
Tomemos el caso de América del Sur. La división política de este territorio se concretó tras las luchas por la independencia, que terminaron modificando la administración de la región. Las potencias europeas que habían llegado en el marco de sus planes de conquista, como España, Portugal, Francia e Inglaterra, tuvieron que marcharse cuando las gestas independentistas se impusieron.
La delimitación de las fronteras de los nuevos países, en ciertas ocasiones, también fue motivo de conflicto, ahora entre los vecinos. Y no se puede dejar de mencionar que la división política interna de cada Estado, asimismo, produjo nuevas luchas en muchos casos.
Ejemplo de división política: el caso de Argentina
Podemos considerar lo ocurrido con Argentina para comprender el alcance de la noción de división política. El territorio que hoy dirige el Estado argentino estuvo tradicionalmente habitado por diferentes pueblos aborígenes.
Con la llegada de los europeos y la colonización, la zona quedó bajo la órbita primero del Virreinato del Perú y después del Virreinato del Río de la Plata. Hubo, por lo tanto, una división política que instauró dichos límites.
El 9 de julio de 1816, en tanto, se declaró la independencia argentina. A partir de entonces se desarrollaron batallas internas que derivaron en diversos regímenes políticos hasta que quedó definido el ordenamiento territorial. En la actualidad, la República Argentina es un Estado federal que consta de una ciudad autónoma (la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que es la capital federal) y veintitrés provincias.
Dejando de lado la planificación interna, Argentina tuvo problemas limítrofes con Chile. Ambos países firmaron varios tratados y convenios para dirimir sus litigios, siendo el más reciente el acuerdo de 1984 que permitió terminar con una disputa por el canal de Beagle.