El término inglés dumping se emplea en nuestro idioma para aludir a una estrategia comercial que consiste en la venta de productos a un precio inferior a su costo con el objetivo de ganar cuota de mercado. Esta práctica se considera desleal ya que apunta a eliminar a los competidores.
Dumping procede del verbo dump, que se traduce como “verter” o “esparcir”. Por eso en la lengua inglesa la idea de dumping también se utiliza con referencia a arrojar basura o residuos.
Retomando la noción económica, el dumping suele aparecer en el contexto del comercio internacional cuando una compañía exportadora fija para un bien un precio más bajo que el costo de producción que se registra en el país importador. De esta manera, las empresas locales no pueden competir y quedan excluidas del mercado.
El dumping, en este marco, suele ser criticado debido a que perjudica la producción nacional. Sin embargo, para quienes defienden el libre mercado, el dumping aporta beneficios a los compradores, que obtienen precios más bajos. La situación cambia si, al eliminar la competencia y lograr un monopolio, la firma que incurre en el dumping luego sube excesivamente el precio.
En una primera instancia, el dumping en apariencia resulta negativo incluso para el productor que ofrece un bien a un precio menor a su costo. Su beneficio se encuentra en el largo plazo, cuando sus competidores deben retirarse del mercado. Además, el responsable del dumping en ocasiones recibe subsidios para exportar a determinados países, logrando rentabilidad incluso cuando vende por debajo del costo.
El término dumping tiene otros usos en nuestra lengua, como se puede apreciar a continuación:
* exchange dumping: se trata de una clase de venta a pérdida, que tiene lugar cuando ocurre una depreciación en la moneda nacional en referencia a las demás, de manera que las exportaciones del país se ven favorecidas. Si bien en este caso los precios no se discriminan, los resultados son comparables con los descritos en los párrafos anteriores;
* freight dumping: este concepto se conoce en nuestra lengua como venta a pérdida de flete o de carga, y ocurre cuando el transporte de productos que se destinan a la exportación recibe tasas preferenciales. No debemos confundir esta situación con la venta a pérdida. En este caso no se recurre al dumping porque los costos de transporte son uno de los recursos más eficaces para proteger la industria nacional frente a la exterior. La disminución de las tasas de flete favorece a los exportadores, ya que les da la posibilidad de vender en el extranjero sin perder dinero por cada producto;
* dumping escondido: esta táctica requiere que tanto en el mercado nacional como en el extranjero se carguen los mismos precios, de manera que a simple vista no parezca haber venta a pérdida, aunque de fondo se llevan a cabo prácticas como las siguientes:
+ los extranjeros reciben plazos mayores;
+ al exportar no se cobran los costos de transporte o empaquetado;
+ la calidad de los productos exportados es superior a la de los que se consumen en el país de origen;
+ la mercancía que se vende en el mercado local difiere de la exportada en el material, el estilo o la forma. Por lo general, la razón se encuentra en las exigencias de las legislaciones;
* dumping oficial: son subsidios que se aplican a las exportaciones con el objetivo de reducir los costos de producción de las compañías, algo que también les permite competir contra las importaciones;
* dumping social: se trata de conseguir que ciertos productores ofrezcan precios bajos gracias a que su legislación laboral no los somete a muchas exigencias. Esto permite al país importador obtener precios mejores que los del exportador.