Varias son las teorías existentes acerca del origen etimológico del término embustero. No obstante, una de las que cobra más fuerza es la que determina que deriva del francés, exactamente de la palabra empousteur, que puede traducirse como «persona que engaña» y que emana, a su vez, del latín imposter, que es sinónimo de «impostor».
El adjetivo embustero se emplea para calificar a aquel que realiza embustes: engaños, trampas. Un individuo embustero, por lo tanto, es mentiroso. Por ejemplo: «¡Exigimos que el gobernador renuncie! ¡Es un embustero!», «Ten cuidado con ese embustero, no dejes que te rompa el corazón», «Este periodista es un embustero que siempre falta a la verdad».
Entre los sinónimos de embustero podemos destacar palabras tales como mentiroso, embaucador, trolero, lioso, falaz y engañador, por ejemplo. Por otro lado, entre los antónimos más destacables están sincero, franco, claro, veraz y verdadero.
Características de un embustero
Un embustero es un farsante. Estas personas mienten con un determinado fin, por lo general sacando provecho de una víctima. El embustero, en este contexto, recurre a tretas para lograr su objetivo.
Supongamos que un hombre ofrece en alquiler una casa de veraneo en una ciudad costera. Al publicar un anuncio en Internet, afirma que la vivienda se encuentra en excelentes estado, es muy amplia y tiene vista al mar. Una familia decide alquilar la propiedad en cuestión pero, al arribar, encuentra que la construcción está en malas condiciones edilicias y de higiene, es pequeña y solo se ve algo del mar desde la ventana de la cocina. Ante esta realidad, el padre de familia se enfurece y acusa al propietario de embustero ya que mintió para asegurarse la operación.
También se califica como embustero a aquel que recurre a ardides para conseguir un éxito romántico. Un joven que está de casado puede ir a un bar diferente cada noche y asegurarles a distintas mujeres que se encuentra soltero. A cada chica le dice que, al verla, se enamoró y que sueña con compartir la vida con ella. Mientras tanto, a su esposa le explica que debe salir por las noches debido a obligaciones laborales. Se puede afirmar, en definitiva, que el joven es un embustero.
Un cuento de Asimov
De la misma manera, no podemos pasar por alto tampoco que hay un famoso cuento o relato titulado «¡Embustero!», que fue escrito por Isaac Asimov. En 1941 fue cuando se llevó a cabo la publicación de esta obra, enmarcada dentro del género de la ciencia ficción, que se presentó por primera vez dentro de la revista «Astounding Science Fiction».
Gira en torno a la creación de un robot, el RB-34 (Herbie). En concreto, lo que sucede es que se produce un fallo durante su fabricación y eso da lugar a aquel se convierta en un robot muy singular pues va a ser capaz de leer las mentes de las personas. No obstante, en ocasiones, para poder evitar herir la sensibilidad de algunos individuos, miente acerca de lo que están pensando. Pero a pesar de que actúa de esa manera para no hacer daño, al final consigue herir de igual manera.