El primer paso que vamos a dar para conocer el significado de la palabra engaño es proceder a descubrir su origen etimológico. Al hacerlo nos encontraremos con el hecho de que emana del latín, y más exactamente del verbo ingannare, que es equivalente a «enredar a alguien o burlarse de él».
El engaño es la acción y efecto de engañar (inducir a alguien a tener por cierto aquello que no lo es, dar a la mentira apariencia de verdad, producir ilusión). Por ejemplo: «Mario no pudo soportar el engaño de su mujer y se marchó de la ciudad», «Esta operación financiera ha sido el mayor engaño al pueblo argentino», «No es magia, es un simple engaño».
Un engaño, por lo tanto, supone una falta de verdad en lo que se dice, hace o piensa. Es posible vincularlo con la mentira, las trampas o las artimañas. Algunos engaños intentan proteger al engañado (para evitar que tome contacto con una realidad dolorosa) o aportarle diversión (como una broma o un truco de magia).
Engaño en una pareja
Dentro de las relaciones personales, y más exactamente dentro de lo que son las parejas sentimentales, el engaño más habitual es el que oculta una infidelidad. De esta manera, el infiel mantiene encuentros sexuales con una tercera persona mientras que su pareja oficial desconoce absolutamente esta circunstancia.
Inventarse reuniones laborales o viajes profesionales son algunas de las herramientas que suelen utilizar quienes engañan a su chico o chica con otra tercera persona. Sin embargo, por regla general, al final se suele descubrir todo ello y lo más frecuente es que tenga lugar una ruptura sentimental.
Mantenimiento de una fantasía
Los niños suelen ser engañados por los adultos para el desarrollo de juegos o para mantener una fantasía.
Un típico engaño es difundir la existencia de Papa Noel como el responsable de los regalos de Navidad. Los padres suelen engañar a sus hijos y afirman que Papa Noel ingresa a los hogares para dejar los obsequios.
La estafa, un engaño con un fin económico
Cuando un engaño tiene como fin obtener un rédito económico, se habla de estafa. Este es un delito contra el patrimonio o la propiedad: el estafador engaña a la víctima y le hace entregar un bien patrimonial haciéndole creer la existencia de algo inexistente.
Un ejemplo de estafa tiene lugar cuando una persona solicita un anticipo de dinero como primer paso para la adquisición de un automóvil. El estafador afirma que, con ese primer pago, se puede iniciar el trámite y comprar el coche. Sin embargo, el vehículo nunca será entregado y el estafador se queda con dicho dinero.
Otros usos del término
Además de todo lo expuesto tendríamos que subrayar que en el mundo taurino también se utiliza el término engaño, pero con un significado que nada tiene que ver con los expuestos hasta el momento. En concreto, en dicho ámbito se usa esa palabra para referirse a la muleta que emplea el torero para proceder a engañar al toro que tiene delante.
Por último, queremos destacar que literariamente se habla de «El engaño de Zeus». Con esta expresión se da título a una de las partes de «La Ilíada» de Homero que es diferente al resto, concretamente es una sección que se incluye en el libro XIV.