Para poder descubrir el significado del término epítome, se hace necesario proceder a conocer su origen etimológico. En este caso, podemos exponer que se trata de una palabra que deriva del griego, exactamente de «epitome», que es fruto de la suma de dos componentes bien diferenciados:
-El prefijo «epi», que significa «sobre».
-El sustantivo «tome», que es equivalente a «corte».
La noción permite hacer mención a la síntesis o el extracto de un discurso o de una obra. Entre los sinónimos de epítome nos topamos con compendio, breviario, resumen, recapitulación y sumario, entre otros.
Por lo general el epítome resume los aspectos más importantes de un texto. Su finalidad es realizar un compendio de los puntos relevantes para que el lector u oyente acceda a las cuestiones centrales sin necesidad de recorrer la totalidad del trabajo.
Los epítomes de la antigüedad muchas veces posibilitan que los historiadores descubran, al menos parcialmente, el contenido de obras que se perdieron con el paso del tiempo. De esta forma, pese a la ausencia de un libro, se puede tener una idea de sus temáticas.
Precisamente un buen ejemplo de epítomes lo encontramos en los llamados epítomes de «Aegyptiaka», que se trató de una obra sobre el Antiguo Egipto escrita por Manetón. La misma se perdió, pero gracias a aquellos se pudo conocer, investigar y descubrir distintos aspectos del citado mundo egipcio.
Para conseguir preparar un buen epítome, se hace necesario seguir las siguientes recomendaciones:
-Dejar de lado tanto lo que es material redundante como información secundaria.
-Descubrir el punto central o más relevante.
-Evitar las descripciones y también el copiar frases literales del texto original.
El uso de epítomes también aparece en el terreno de la retórica. En este caso, es un recurso que se emplea al finalizar un discurso largo, consistente en la realización de un breve resumen. El epítome, en este contexto, funciona como recapitulación y ayuda a que los conceptos pronunciados sean más fáciles de comprender y de recordar.
Supongamos que un dirigente político ofrece un discurso de dos horas, enumerando cuáles son las medidas que tomaría si los ciudadanos lo eligen como gobernante. Sobre el final, menciona: «A modo de epítome, puedo decir que nuestras propuestas centrales son la baja de impuestos para fomentar la inversión privada y el consumo y el recorte del gasto estatal superfluo para reducir el déficit fiscal».
De la misma manera, no hay que pasar por alto que epítome también se usa en el campo de la literatura. En concreto, se trata de una figura que consiste en repetir las primeras palabras de un discurso vienen durante el mismo o en la parte final de aquel. Es decir, se opta por repetir las primeras expresiones del párrafo inicial para así conseguir dar mayor claridad, contundencia y comprensión al mensaje.
En un sentido simbólico, por último, la idea de epítome se emplea con referencia a algo que personifica, encarna o representa otra cosa: «Este equipo es el epítome de la filosofía del entrenador», «La bella modelo es considerada como el epítome del glamour en la actualidad».