La etimología de errático nos lleva a erratĭcus, un término latino. Errático es un adjetivo que permite calificar a aquel o aquello que se desplaza de forma errante, sin un rumbo determinado.
Por ejemplo: “El andar errático de la joven despertó sospechas en el policía”, “Al reventarse uno de sus neumáticos, el automóvil comenzó a avanzar errático por la avenida”, “El balón, errático, se perdió por la línea de fondo, muy lejos del arco”.
Errático en la física y la geología
En el terreno de la física, se habla de un movimiento errático cuando la aceleración, la velocidad y la posición de un cuerpo no se pueden describir a través de una única función matemática continua a lo largo de su trayectoria. Lo que se requiere en estos casos es de una serie de funciones que permitan especificar el movimiento en distintos intervalos.
Para la geología, un bloque errático es un trozo de roca que, por su tipo y su tamaño, resulta diferente a la roca nativa de la superficie en la cual se apoya. Mucho tiempo atrás, los bloques erráticos fueron trasladados por el hielo de glaciares; cuando éste se derritió, los bloques se depositaron en distintas zonas.
El término en el lenguaje coloquial
El adjetivo errático, por otra parte, se utiliza en el lenguaje coloquial para aludir a algo que no es estable, no tiene solidez o resulta imposible de predecir: “El errático plan económico del gobierno solo generará un mayor desempleo”, “El comportamiento errático del presidente preocupa a los analistas políticos”, “El seleccionado nacional se convirtió en un equipo errático, cuyos jugadores deambulan por el campo de juego sin saber bien qué hacer”.
Muchas veces, este concepto se confunde con erróneo, aunque pese a sus coincidencias sonoras son distintos. Aunque los dos provienen del verbo errar, «erróneo» se apoya en el significado literal del verbo «equivocarse», mientras que «errático» lo hace en un nuevo matiz que viene a ser «ir sin rumbo«.
Así, mientras que algo errático es algo impreciso que no podría predecirse, lo erróneo hace referencia a una dirección equivocada. Cuando se habla por ejemplo de una conducta errática, se hace alusión a su condición impredecible, mientras que una conducta errónea es aquella que va contra los principios de quien la juzga. Podríamos agregar también que una conducta errónea puede ser errática si la persona que la ejecuta no sigue un patrón de comportamiento propio, pero también puede no ser errática, si se ejecuta siendo fiel a una línea de comportamiento predecible, aunque se oponga a las ideas de quien la juzga.
Lo errático en la psicología
El concepto de errático también se utiliza en el campo de la psicología para hacer referencia a ciertas alteraciones de la personalidad presentes en numerosos trastorno, tales como la bipolaridad, el trastorno obsesivo compulsivo o el trastorno límite de la personalidad.
Las conductas erráticas son un síntoma que se analiza para definir el estado del sistema emocional del paciente. Una conducta errática se caracteriza por cambios bruscos en el comportamiento sin aparentes motivos.
El trastorno pasivo-agresivo que se haya presente en ciertos diagnósticos se caracteriza por presentar una actitud despegada de las responsabilidades convencionales que debe asumir una persona adulta y a la vez, por mostrar cambios bruscos de humor en el trato con el resto de las personas sin que tenga que existir por ello un motivo contundente.
Las personas con este trastorno suelen experimentar una constante agresividad en su interior, aunque no siempre la manifiesten. Dicha violencia pueden materializarse sin razón aparente en cualquier momento y, al hacerlo, amenazar el aparente equilibrio en el entorno del paciente. La irritabilidad, el desapego y el desgano suelen acompañar este tipo de trastorno que puede llegar a afectar rotundamente el normal desarrollo de la vida de la persona que lo padece.