El vocablo latino scutarius llegó a nuestra lengua como escudero. Se trata de un término con varias acepciones reconocidas por la Real Academia Española (RAE) en su diccionario.
Un escudero es un individuo que, por parentesco o sangre, formaba parte de algún estamento de la nobleza. Cabe recordar que se llama nobleza al estrato social compuesto por quienes disponían de un título del reino, ya sea por concesión de un monarca o por vía hereditaria.
También se denominaba escudero al asistente de un caballero cuya función era llevarle el escudo. En tiempos de paz, estos sirvientes se encargaban de atender al señor en diversos ámbitos.
La vida de los escuderos medievales era muy particular: por un lado, eran sirvientes, ya que debían trabajar para su amo durante muchos años o incluso toda su vida; pero su posición era bastante respetable para la época y sus obligaciones no eran tan sacrificadas como las de los vasallos que trabajaban el campo.
Por lo general, el escudero no luchaba junto a su caballero, sino que le llevaba el escudo y lo asistía en todo lo que pudiera necesitar, como ser la reposición de armas y caballos, la curación de sus lesiones, el traslado de los heridos en el campo de batalla a una zona segura para atenderlos y, si no sobrevivían, para enterrarlos de forma digna. Si bien los guerreros no tenían ningún interés en enfrentarse a los escuderos del otro bando, ya que se enfocaban en personas de su mismo rango o de uno superior, sí era común que los escuderos intentaran derrotar a algún caballero, por el prestigio que eso les supondría.
La formación del escudero medieval era variada: por un lado, se entrenaba en el arte de la guerra, pero también aprendía a leer y, en muchos casos, a escribir, además de estudiar canto, música y baile. Cuando alcanzaba los 21 años de edad, tenía la posibilidad de que lo designaran caballero. Este honor lo recibía por parte de un caballero o de un señor, por medio de una ceremonia sencilla, en la cual le tocaba el hombro con una espada (imagen muy popular gracias a su uso en la ficción).
Claro que no era fácil llegar a ser caballero; los escuderos que tenían esta suerte solían ser dueños de tierras o contar con ingresos económicos como para afrontar las responsabilidades que acarreaba este rango. También podían obtener este reconocimiento en pleno campo de batalla, si demostraban un rendimiento fuera de lo común y llamaban la atención de un gran señor.
En definitiva, la vida del escudero medieval no era precisamente la de un esclavo, sino que muchos la usaban como una etapa de transición hacia sus grandes planes de futuro, a lo largo de la cual tenían la oportunidad de recibir una buena educación y de hacer amistades con personas de influencia.
Otro significado de escudero que menciona la RAE alude a quien se dedica a fabricar escudos. Estas armas defensivas, utilizadas para proteger el cuerpo de distintas clases de ataques, eran muy importantes cuando la mayoría de los combates se realizaban cuerpo a cuerpo. En la actualidad, los escudos solo resultan útiles para las fuerzas de seguridad en determinados ámbitos.
Escudero, por último, es un apellido bastante usual en España y en algunos países latinoamericanos. Osvaldo “Pichi” Escudero, por ejemplo, fue un destacado futbolista argentino que se consagró campeón de la Copa del Mundo Sub-20 de 1979 con el seleccionado nacional y que jugó en Boca Juniors, Unión de Santa Fe, Rosario Central, Barcelona de Ecuador y otros equipos.
Vicente Escudero (1888-1980), por otra parte, fue un destacado coreógrafo y bailarín español, que también se dedicó a la literatura, la pintura y la actuación. Escudero contribuyó a popularizar el flamenco.
