En el latín es donde podemos establecer que se encuentra el origen etimológico del término estipulado que ahora nos ocupa. En concreto, deriva del verbo “stipulare”, que puede traducirse como “hacer un trato” e incluso como “regatear”.
Las últimas teorías sobre el origen de ese término vienen a establecer que parte del hecho de que antiguamente cuando se llegaba a un acuerdo se rompía una paja, que era llamada “stipula”.
Lo estipulado es algo acordado o convenido.
Por ejemplo: “Según lo estipulado, el jugador viajará el próximo martes para firmar el contrato y luego se sumará al equipo”, “Disculpe, pero llegó antes del horario estipulado y el doctor en este momento está ocupado”, “Si el inquilino no abandona la propiedad en el plazo estipulado, el dueño de la vivienda puede iniciar acciones legales”.
Partiendo de lo expuesto, podemos subrayar que entre los sinónimos de estipulado están concertado, determinado o contratado, por ejemplo. Por el contrario, entre sus antónimos nos topamos con palabras tales como revocado o rechazado.
Cuando dos partes estipulan un intercambio, una operación o ciertas condiciones, establecen un arreglo. Estipular equivale a concertar o pactar: los involucrados se ponen de acuerdo para cumplir con lo estipulado.
Supongamos que un vecino acuerda con otro que no escuchará música fuerte entre las 22 y las 8 horas. Sin embargo, días más tarde, empieza a escuchar un disco de rock a todo volumen a las 23.30 horas. Puede decirse, por lo tanto, que esta persona no cumplió con lo estipulado.
Si alguien viola lo estipulado, su conducta puede generar diversas consecuencias. En muchos casos, esta falta produce un malestar o un enojo que no tiene mayores efectos. En otras situaciones, en cambio, no cumplir con lo estipulado puede ser una acción susceptible de recibir una pena administrativa o judicial.
Para evitar malos entendidos y que una de las partes incurra en incumplimientos de manera impune, muchas veces lo estipulado se plasma por escrito en un contrato o en un documento similar donde se fijan las condiciones del acuerdo y los potenciales castigos ante una falta.
De la misma manera, no podemos pasar por alto que también se usa el término que nos ocupa en una expresión: tiempo estipulado. Con esta se hace referencia al tiempo que se ha acordado para hacer algo en concreto. Así, por ejemplo, en una oficina puede existir un tiempo estipulado para comer o bien para fumar.
Por supuesto, también hay que tener en cuenta que es muy frecuente, de igual modo, la utilización de la expresión: “estipulado por ley”. Con la misma lo que se viene a indicar es que una cuestión en concreto está acordada, fijada y recogida en la legislación vigente. Así, por ejemplo, esa viene a indicar que los empleados de una empresa tienen fijado por un ley un periodo de 30 días naturales, 2,5 días por mes trabajado, para poder disfrutar de sus vacaciones.
