Los estribos son elementos metálicos, de cuero o de madera que permiten a un jinete apoyar los pies. Estas piezas se fijan a la silla de montar a través de una cuerda denominada ación.
Al cabalgar, el jinete introduce los pies en los estribos para afianzarse. De este modo puede permanecer sobre el caballo y conducirlo de una manera cómoda y segura. Los estribos primitivos surgieron siglos antes de Cristo en la India, cuando eran trozos de cuerda para atar el dedo gordo. Más adelante, en China, se adaptaron para ajustarse al calzado.
Además, hay que tener en consideración la importancia de que se cuenten con los llamados estribos de seguridad. Estos, que también responden al nombre de australianos, se identifican porque en caso de que se produzca una caída del caballo, la goma pertinente se suelta liberando el pie. De esta manera, se evita que la persona pueda quedar enganchada al animal, algo especialmente peligroso si ese opta por comenzar a galopar.
No obstante, dentro de los estribos de seguridad también hay otros que se dan en llamar de sistema de flexión del estribo. Básicamente de ellos hay que destacar que se flexionan hacia delante y hacia detrás, lo que supone que no solo se consiga una buena postura al montar sino que se libere el pie del jinete en caso de caída.
Otros estribos importantes a tener en cuenta a la hora de practicar equitación son los estribos de alta gama, que se identifican porque ofrecen un gran agarre, porque otorgan una notable comodidad y porque liberan el pie en caso de que la persona caiga del caballo.
También se llama estribo al escalón que se utiliza para subir a un carruaje o bajar del mismo. Los estribos, por otra parte, aparecen en vehículos a motor: se trata del sector de una motocicleta que el conductor utiliza para apoyar sus pies y del escalón que facilita el acceso a un colectivo (ómnibus o autobús) o a un camión.
De la misma manera, no podemos pasar por alto que también existen estribos en las bicicletas. Estos se pueden llamar reposapiés.
En el terreno de la ingeniería, se denomina estribo a la zona de un puente que transmite el peso a los cimientos y soporta la carga del tablero. El estribo además vincula la estructura en cuestión con las vías de acceso.
Para la anatomía, el estribo es un pequeño hueso que se encuentra en la región media del oído de los animales mamíferos. Se trata de uno de los huesecillos que se halla en la caja del tímpano, articulándose con el yunque y con la membrana que se conoce como ventana oval.
En el lenguaje coloquial, por último, la idea de «perder los estribos» se asocia a descontrolarse. Por ejemplo: «El tenista perdió los estribos y trató de golpear al juez», «No debemos perder los estribos si las cosas no salen como queremos», «Un presidente no puede perder los estribos en ninguna circunstancia».
En el siglo XVII se recogió esta expresión, tal y como aparece en el Vocabulario del Maestro Correa y venía a referirse «simbólicamente» a cuando el jinete se le sale el pie del estribo. En ese documento se establece que antiguamente la expresión era más amplia porque se decía: «perder los estribos de la paciencia».
