La falda es una prenda que puede cubrir las piernas total o parcialmente.
Se denomina falda a la prenda de vestir que se extiende desde la cintura hacia abajo. La falda, por lo tanto, forma parte del conjunto de la ropa que puede lucir una persona.
TemasDescripción
Lo habitual es que la falda cuelgue desde la cintura. De este modo, permite cubrir las piernas. Su extensión, de todas formas, es variable; por eso puede tapar la totalidad de las piernas, llegar hasta las rodillas o incluso ser más corta.
Las faldas pueden confeccionarse con distintas telas. Es importante mencionar que no presentan una división, con lo cual no tienen sectores diferenciados para cada pierna como los pantalones.
Muchas veces prendas como el pareo o la pollera son mencionadas como faldas. Si la prenda es muy corta, recibe el nombre de minifalda.
Prenda para mujeres y hombres
En los países occidentales, las faldas son consideradas de uso femenino. Esto quiere decir que no es habitual que un hombre luzca una falda. Sin embargo, en algunos casos la falda masculina se incluye en la vestimenta tradicional de ciertas regiones.
El ejemplo tradicional de falda masculina es el kilt, también nombrado como falda escocesa. Actualmente los hombres de Escocia suelen usar esta falda en eventos especiales.
Otras acepciones
Otras acepciones de falda reconocidas por la Real Academia Española (RAE) en su diccionario refieren al regazo de una mujer; al producto textil que permite vestir determinadas mesas; y a la zona baja de una sierra.
Historia
La falda es una prenda de vestir que ha evolucionado a lo largo de la historia y ha sido utilizada por hombres y mujeres en diferentes culturas. Su origen se remonta a la época de las cavernas, donde los humanos utilizaban pieles de animales para cubrir sus cuerpos.
En la antigua Grecia, la falda era una prenda exclusiva para los hombres, y se conocía como chiton. Se caracterizaba por ser una túnica larga y ancha que cubría el cuerpo desde los hombros hasta los tobillos. Por otro lado, en la cultura romana, la falda era utilizada por ambos sexos, y se conocía como toga. Ésta era un símbolo de estatus social y se confeccionaba con telas de alta calidad.
Durante la Edad Media, la falda se convirtió en un artículo exclusivo para las mujeres. En aquella época, eran largas y ajustadas en la cintura, y se utilizaban junto con corsés para resaltar la figura femenina. Además, se confeccionaban con fibras lujosas y decoradas con bordados y pedrería.
En el siglo XIX, la falda se convirtió en una prenda más práctica y cómoda: se acortó hasta la altura del tobillo y se confeccionó con telas más livianas como el algodón y el lino. Además, combinaba con blusas y chaquetas para crear conjuntos más modernos y versátiles. Durante el siglo XX, experimentó diferentes tendencias y estilos. En los años 20, se acortó hasta la rodilla y comenzó a fabricarse con seda y satén. En los años 50, volvió a ser larga y amplia, y se combinó con blusas ajustadas en la cintura para crear un estilo elegante.
La extensión de la falda ha variado considerablemente a lo largo de la historia.
Etimología
La palabra falda tiene su origen en el latín faldĭca, que se refería a una especie de capa o manto que se llevaba sobre la ropa. Con el tiempo, este término evolucionó hasta convertirse en el que usamos hoy en día, con el significado de «prenda de vestir que cubre las piernas».
Es interesante destacar que el concepto de falda no es exclusivo del español: en muchos idiomas existen palabras para referirse a esta prenda de vestir o a algunas cuyas características son prácticamente equivalentes. Esto demuestra que la falda es una prenda universal que trasciende fronteras culturales y lingüísticas.
