Con origen en el latín falsĭtas, el concepto de falsedad describe la falta de verdad o autenticidad de un objeto o individuo. Una falsedad puede consistir en una mentira, noción que identifica a una declaración que oculta o tergiversa la realidad de manera parcial o absoluta. Por citar un ejemplo: un niño rompe un vaso y nadie lo ve; cuando su madre le pregunta si sabe quién rompió dicho vaso, responde que no. En ese caso, el niño incurrió en una falsedad ya que mintió.
En el sentido vinculado a la autenticidad, la falsedad suele estar vinculada a una imitación que pretende pasar por el objeto original. Algunos ejemplos típicos son el dinero falsificado y la ropa que copia a las marcas famosas: «La falsedad del billete quedó demostrada por los rayos ultravioletas», «Me di cuenta de la falsedad de la campera al leer su etiqueta».
Falsedad e hipocresía
Por otra parte, la falsedad suele vincularse a la hipocresía que se produce cuando un sujeto finge cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente posee. La falsedad estaría relacionada a la ausencia de coherencia entre las ideas y las palabras o acciones: «Es increíble la falsedad de Fernando: me dijo que me quería y después lo vi besándose con Luz María».
Resulta interesante mencionar que para la filosofía, la falsedad es lo que se opone a la verdad, sin que esta situación suponga algo objetivo o sometido a la contingencia.
El concepto en el derecho
En el ámbito del derecho, la falsedad está considerada como un delito que se caracteriza por la modificación o cambio de la verdad con consecuencias importantes. Esto supone que la mencionada falsificación de billetes o marcas es un delito que se encuentra penado por la ley.
En este sentido es importante subrayar que en este campo legislativo se habla con frecuencia de lo que se da en llamar falsedad documental. En este caso, es un delito que consiste en la falsificación de documentos públicos, oficiales y mercantiles, por ejemplo. En concreto, lo que se ha podido llevar a cabo son la alteración de esos citados documentos en algunos de sus puntos, la simulación de los mismos o que se haya mentido y falseado en relación a la narración de unos hechos determinados.
Eso supone que la persona a la que se le acuse de dicha acción y que luego se vea condenada por ella se enfrente, en el caso de España, a penas de prisión de entre 3 a 6 años además de a multas de inhabilitación siempre que sea funcionario público.
Un caso notorio de falsedad documental
Uno de los casos de falsedad documental que más ha trascendido a los medios de comunicación españoles ha sido el de la mujer de un famoso torero que ha sido condenada dentro de lo que se ha dado en llamar Operación Karlos. Esta no era más que una trama en la que diversas autoridades sanitarias concedían de manera fraudulenta lo que eran pensiones de incapacidad laboral.
Unas pensiones que se otorgaban a personas que no cumplían con los requisitos necesarios para poder ser beneficiarios de las mismas pero que habían abonado una cantidad determinada de dinero para, de por vida, contar con esta ayuda del Estado.