Se denomina fotogrametría a la técnica que recurre a las fotografías aéreas para la obtención de planos de una gran superficie. Este recurso se emplea en el ámbito de la topografía.
Medición tridimensional
Mediante la fotogrametría es posible conocer las dimensiones, la forma y la ubicación en el espacio de un cuerpo o de un terreno, ya que se usan las medidas que se establecen sobre una o más fotografías tomadas desde el aire.
Con la fotogrametría se puede realizar la medición de coordenadas en tres dimensiones. De este modo, los especialistas están en condiciones de generar un modelo que represente un objeto en toda su complejidad.
El desarrollo de mapas y la generación de información sobre hidrología, catastro, el ordenamiento del territorio y la ocupación del suelo son algunas de las acciones que pueden llevarse a cabo apelando a la fotogrametría.
Cabe destacar que los drones han contribuido al avance de la fotogrametría. Hoy en día resulta factible alcanzar zonas de acceso dificultoso y registrar los detalles de su terreno de manera continua.
La fotogrametría, en definitiva, permite conocer las características geométricas y métricas de un objeto o de un área mediante fotografías aéreas que se toman en serie. La superposición de las imágenes sirve para la generación del efecto tridimensional.
El proceso
El primer paso del proceso de fotogrametría consiste en planificar el vuelo. Luego se deben realizar las tomas y procesar las imágenes, que tienen que situarse en la posición apropiada. Finalmente llega el momento de la reconstrucción y la formación del modelo, pudiéndose optar por la rectificación o la restitución.
Antes de comenzar se colocan los denominados puntos de control en el terreno para ser usados como referencias visuales por el programa; puede tratarse de estacas o marcas de pintura, por ejemplo, siempre que se distingan con facilidad. El GPS utilizado debe ser de gran precisión, ya que debe relacionar dichos puntos con coordenadas reales del mapa.
Fotogrametría en los videojuegos
La industria del videojuego es una de las más importantes del siglo XXI. En ocasiones las estadísticas indican que lleva tiempo superando la del cine, al menos en lo que al volumen de dinero que se invierte y se recauda en los grandes proyectos. Uno de los aspectos que más atrae al público general es el fotorrealismo, es decir, gráficos producidos por medio del ordenador que reflejen de una forma muy fiel la realidad. Y la fotogrametría es un recurso ideal para tal cometido.
Mientras que para crear un mundo de fantasía, como podría ser la Tierra Media de Tolkien, las características de la realidad se toman únicamente como punto de referencia, a la hora de reproducir una pista real de carreras los desarrolladores persiguen la mayor fidelidad posible con la tecnología que tienen a su alcance. El equipo estadounidense Turn 10, por ejemplo, aprovecha las ventajas de la fotogrametría para copiar cada detalle de las pistas más importantes del mundo en su serie Forza Motorsport.
La fotogrametría ofrece una cantidad considerable de información para la reproducción de un espacio geográfico, pero los más exigentes no se conforman simplemente con la apariencia de los objetos, como ser montañas, árboles y edificios, sino que también prestan atención a otros dos detalles que pueden ser fundamentales para conseguir los mejores resultados: la dirección del sol y las características del cielo.
En este último punto entra en juego también el clima y las características del tiempo meteorológico en cada época del año. Es común en los videojuegos de carreras simular las precipitaciones, el ciclo día-noche y otros fenómenos para mostrar las pistas en diferentes situaciones y momentos, haciendo uso de efectos especiales y sistemas de iluminación cada vez más realistas. Pues es gracias a los datos que obtienen los desarrolladores de la fotogrametría que pueden representar fielmente todo esto.