Freno es el mecanismo que permite que un dispositivo se detenga o reduzca su avance. Los frenos se encargan de transformar la energía cinética de un objeto (como un automóvil) en trabajo o calor.
Por ejemplo: «El accidente se produjo porque al Fiat le fallaron los frenos y su conductor no pudo detener el vehículo», «Mañana voy a llevar el coche al mecánico para que revise los frenos», «Creo que los frenos de la bicicleta funcionan mal».
Tipos de frenos
Existen diversos tipos de freno. Los frenos de fricción son aquellos que actúan, justamente, a través de fuerzas de fricción. Cuentan con un elemento fijo que ejerce presión sobre el objeto que se pretende desacelerar. Dentro de este grupo, es posible distinguir entre los frenos de tambor (la fricción es producida por pastillas que realizan una presión sobre el interior de un tambor que gira y que está adherido al eje o la rueda), los frenos de cinta (con una banda flexible que ejerce tensión sobre un cilindro solidario al eje que se desea manipular), los frenos de llanta (habituales en las bicicletas) y los frenos de disco (actúan sobre la rotación de la rueda).
Otras clases de frenos son los frenos eléctricos (crean corriente eléctrica para el frenado), los frenos mecánicos (transmiten la fuerza a través de cables o palancas), los frenos neumáticos (que funcionan con aire comprimido) y los frenos hidráulicos (con un líquido que se transmite vía pistones).
En el ámbito automovilístico hay que subrayar el protagonismo que desde hace unas décadas tienen los llamados frenos ABS, que son un sistema antibloqueo de las ruedas de los coches. Gracias al mismo lo que se consigue es que durante el proceso del frenado de aquellos los neumáticos consigan una mayor adherencia. De esta manera, se apuesta de manera contundente por la seguridad de todos los individuos que vayan en el interior de dichos vehículos.
Expresiones con el término
Asimismo no hay que obviar la existencia de multitud de expresionesque utilizan el término que ahora estamos tratando. De esta manera nos encontramos, por ejemplo, con «correr sin frenos», que viene a determinar que una persona en cuestión está viviendo a un ritmo vertiginoso que le está haciendo disfrutar de todo tipo de placeres.
Mucho más coloquial es la expresión «cuesta abajo y sin frenos». La misma se emplea cuando se quiere expresar que bien una persona o bien una situación está en un punto en el que todo parece estar encaminado de manera peligrosa, no hay vuelta atrás, va muy rápido y parece indicar que los resultados van a ser nefastos.
En algunos países, por último, se conoce como frenos al dispositivo odontológico que permite corregir la desviación de los dientes: «Uso frenos desde los catorce años», «El dentista me recomendó que utilice frenos».