Lo primero que vamos a hacer es determinar el origen etimológico de la palabra ganancia. Esa acción nos lleva a comprobar que dicho término es la suma del vocablo gótico ganan, que puede traducirse como “codiciar”, y el sufijo –cia, que es equivalente a “cualidad”.
Ganancia es la acción y efecto de ganar (adquirir caudal o aumentarlo, obtener un sueldo en un trabajo, quedarse con lo que se disputa en un juego, conquistar una plaza). El término suele referirse a la utilidad que resulta de un trato o una acción.
Por ejemplo: “En los últimos tres años, la empresa logró una ganancia superior al millón de dólares”, “Trabajo diez horas al día a cambio de una ganancia que apenas me permite llegar a fin de mes”, “Los empresarios siempre se quedan con las ganancias, pero las pérdidas las reparten entre los empleados”.
La ganancia económica
Se conoce como ganancia económica o beneficio económico a la utilidad que obtiene el actor de un proceso económico, comercial o productivo. Puede calcularse como los ingresos totales (obtenidos por las ventas, los intereses de inversiones, etc.) menos los costos totales (gastos de producción, impuestos).
Si una persona invierte doscientos pesos en pan, jamón y queso para elaborar sándwiches y, tras la venta de éstos, recibe trescientos pesos, habrá obtenido una ganancia de cien pesos. Existen, por supuesto, valores intangibles, como el tiempo dedicado a la elaboración de los sándwiches.
El cálculo de la rentabilidad
Es habitual, en el ámbito económico que cuando se hable del término ganancia, rápidamente aparezca también la palabra pérdida. En concreto, lo más usual es que se hable al mismo tiempo de “ganancias y pérdidas”, es decir, los beneficios y los gastos que ha tenido cualquier empresa o negocio que esté en marcha.
Precisamente aquellos es habitual que se vayan anotando en un documento pertinente y apropiado para este fin, con el claro objetivo de que a final del mes, del trimestre o del año se puedan efectuar los cálculos que dictaminen, en base a ambos, si la empresa en cuestión es rentable o no.
Otros usos del término ganancia
En el lenguaje cotidiano, es posible hacer referencia a ganar tiempo u otros valores simbólicos o abstractos. Este tipo de ganancias son subjetivas según la valoración personal, a diferencia de las ganancias económicas: “Comprar un coche supuso una ganancia de tiempo a la hora de ir al trabajo”, “Juan instaló una puerta corrediza y logró una importante ganancia de espacio en su cocina”.
De manera coloquial también se hace uso del término ganancia en otro sentido. Así, por ejemplo, es habitual hablar de “hijo de ganancia”. Se trata de una expresión que se emplea como sinónimo de hijo natural, es decir, como aquel vástago que tienen juntos un hombre y una mujer.
Además de todo lo expuesto, hay que subrayar que en el ámbito de la electrónica, también se emplea el término de ganancia. En su caso, se usa para referirse a la relación que existe entre la señal de entrada y la de salida. Dicha magnitud se suele medir en belios o decibelios.