La definición de grooming no aparece en el diccionario de la Real Academia Española (RAE). Sin embargo, es muy importante saber a qué se refiere este concepto ya que está vinculado a la seguridad y la integridad de los niños y los adolescentes.
Se llama grooming al acoso sexual virtual que se realiza a un menor de edad. Se trata de acciones intencionales desarrolladas por un adulto para establecer un vínculo con un menor con una intención sexual.
El adulto, en este marco, desarrolla una conducta que apunta a lograr una amistad virtual con el niño, ya sea a través de Internet, el teléfono celular (móvil) u otra herramienta tecnológica. Con dicho objetivo, puede simular que él también es menor de edad. Una vez que establece el lazo emocional con la víctima, el acosador comienza a vulnerar la intimidad del niño y puede obtener sus datos personales e incluso de contacto.
Finalidad del grooming
La finalidad del grooming suele ser la obtención de imágenes del menor sin ropa o desarrollando algún tipo de acto sexual. Con este material en su poder, el acosador puede chantajearlo para obtener más imágenes o incluso para forzarlo a tener un encuentro físico, haciendo que del grooming (virtual) se pase al abuso sexual (real, físico).
Esto quiere decir que el grooming está asociado a la pederastia o pedofilia. También puede llevarse a cabo para introducir al menor en la pornografía o en una red de prostitución.
Distintas fases
Además de todo lo indicado, no podemos pasar por alto que se establece que el grooming cuenta con varias fases, como se da a conocer desde Save the Children:
– La creación del vínculo de confianza, que es cuando el acosador y delincuente se suele hacer pasar por otro niño para así generar confianza con el menor y, poco a poco, ir creando un vínculo de amistad al menos entre ellos.
– El aislamiento de la víctima, que lleva al agresor a dejarle claro al menor que no puede contar nada de lo que está pasando entre ellos. Es una manera de alejarle de su entorno más cercano.
– La valoración de los riesgos. En este caso el delincuente, con la intención de «protegerse las espaldas» y de estar precavido, intenta averiguar si el menor le ha contado ese vínculo que han creado entre ellos a alguna persona más.
– Las conversaciones sobre sexo. En concreto, el agresor lo que hace es, una vez que ha generado el mencionado vínculo de confianza con el menor, ir introduciendo de forma progresiva charlas y comentarios sobre sexualidad para que aquel vaya acostumbrándose a ese tema.
– Las peticiones de naturaleza sexual. En esta fase es cuando el agresor no duda en amenazar, coaccionar o chantajear de algún modo al menor para que así pueda le envíe fotografías o vídeos de contenido sexual e incluso para que, llegado el momento, puedan tener un encuentro sexual cara a cara dejando de lado el ámbito online.
Prevención del grooming
Para prevenir el grooming, los padres y tutores de los niños deben enseñarles a no publicar fotos ni informaciones personales; a no aceptar nunca ningún mensaje o material con contenidos sexuales; a y no agregar extraños como contactos en las redes sociales.
Además los expertos recomiendan que los menores utilicen computadoras (ordenadores) que se ubiquen en espacios comunes o transitados de la casa.