La sigla HD tiene diferentes usos, por lo general derivados de la lengua inglesa. Uno de los más habituales alude a high definition: es decir, a la alta definición.
Un aparato o un sistema HD, por lo tanto, cuenta con una resolución de imagen o de sonido que resulta superior a la definición estándar. De este modo, HD equivale a una mayor calidad.
El HD permitió incrementar el número de líneas y la frecuencia de cuadro y mejorar la relación de aspecto. Gracias a la tecnología digital, se logró la compresión necesaria para reducir el ancho de banda que se necesita para transmitir contenidos con estas características.
Un televisor HD, en definitiva, puede mostrar más píxeles y colores que uno convencional. De todos modos, la tecnología HD fue perfeccionada con el Full HD y el Ultra HD. Es importante tener en cuenta que, para que el espectador pueda disfrutar en HD, el material debe haber sido registrado, editado, transmitido y reproducido bajo estas normas de calidad.
La alta definición comenzó como una gran revolución para el contenido gráfico a finales de los años 90, primero en el cine y, más tarde, en el ámbito de los videojuegos. A pesar de que en teoría se trate meramente de un aumento en el número de píxeles por imagen estática, de fondo existió una inversión multimillonaria en diversos campos de investigación y desarrollo para conseguir que aumentara la complejidad de todos los objetos en pantalla.
Es muy importante entender las diferencias entre los dibujos hechos por píxeles y los modelos tridimensionales; mientras que los primeros se registran en un archivo que no difiere mucho de una lista en la que se especifica el color de cada píxel, para luego ser mostrados en pantalla casi sin procesos intermedios, los modelos tridimensionales contienen mucha más información, como ser la ubicación y rotación de cada vértice, las fuentes de iluminación y las propiedades de las superficies sobre las que impacta. Todo esto se debe calcular en cada cuadro para convertir la escena en una imagen que se pueda mostrar en pantalla, y el poder de procesamiento necesario para esto es muchísimo mayor.
Por esta razón, para asegurar el éxito de los televisores y monitores HD fue necesaria una evolución en las tarjetas gráficas, los procesadores y la memoria de los ordenadores, de manera que pudieran procesar los gráficos tridimensionales y convertirlos en imágenes de alta definición muy detalladas. Como se menciona anteriormente, el color es otro de los aspectos que mejoró con la llegada del HD y, más adelante, del Full HD y del Ultra HD. Sin embargo, la resolución y el color no van de la mano.
Los ingenieros decidieron mejorar las capacidades de las pantalla para mostrar más colores de manera simultánea, simplemente para acentuar el aumento de resolución, pero podrían haber omitido este paso perfectamente. ¿Qué los impulsó a llevar ambas revoluciones de la mano? El hecho de que la mayoría de los consumidores no puedan notar la diferencia entre la definición estándar y la alta, pero tienen menos dificultades para advertir el aumento en la profundidad del color.
Un HD o HDD, por otra parte, es un hard disk: un disco duro o disco rígido. Se trata de una unidad de almacenamiento de datos que permite guardar archivos digitales.
El HD recurre a la grabación magnética, apelando a discos o platos que giran en una caja sellada. Sobre las caras de estos discos hay cabezales de lectura/escritura que se encargan de registrar y reproducir la información.
El primer HD fue creado a mediados de la década de 1950 por IBM. Desde entonces, su capacidad de almacenamiento se ha multiplicado varias veces. Hoy los HD constituyen el principal recurso para almacenar datos en una computadora (ordenador).