Aunque existen distintas teorías sobre el término hermoso que ahora nos ocupa, la que cobra más relevancia es la que establece que deriva del latín. En concreto, establece que este adjetivo procede de la palabra “formosus”.
El término se emplea para calificar a aquel o aquello que cuenta con hermosura (belleza).
Por ejemplo: “¡Tu hijo es hermoso! Felicitaciones”, “Los paisajes de esta provincia son hermosos”, “Cuando me mudé, mi tía me regaló un cuadro hermoso que colgué en una pared de mi habitación”.
Bello, guapo, bonito, precioso, gallardo, lindo o adonis son algunas de las palabras que se utilizan como sinónimos de hermoso. Por el contrario, entre sus antónimos se hallan algunos tales como feo, deforme, antiestético, horroroso o desagradable, por ejemplo.
La calificación de hermoso suele vincularse a la belleza física. Más allá de la subjetividad de esta noción, puede asociarse a criterios estéticos compartidos por la mayoría de la gente: armonía, colorido, etc.
En una sociedad occidental, es probable que un joven de cuerpo tonificado, ojos claros y cabello rubio sea señalado como un hombre hermoso. Los parámetros de belleza vigentes incluyen dichas características físicas. Por otra parte, una playa de arenas blancas y aguas cristalinas también seguramente será mencionada como hermosa.
Lo hermoso, además, puede hacer referencia a una condición simbólica o abstracta. Alguien que afirma que vivió un momento hermoso junto a sus seres queridos estará aludiendo a lo bien que la pasó y a las sensaciones placenteras que le provocó esa situación. En un sentido similar, es posible calificar de hermoso a un espectáculo artístico por las emociones que genera.
Cuando se habla de un día hermoso, en tanto, se tienen en mente condiciones meteorológicas apacibles y agradables. Una mañana soleada, con cielo descubierto y sin viento, puede mencionarse como una mañana hermosa.
De la misma manera, no podemos pasar por alto que hermoso también puede encontrarse como apellido. Buena muestra de ello es el actor español Miguel Hermoso Arnao (1791), que es conocido por sus trabajo en series de televisión tales como “Cuéntame cómo pasó”, “Amar es para siempre”, “Yo soy Bea” o “Las aventuras del Capitán Alatriste”.
Asimisimo, tampoco hay que olvidarse del jugador de fútbol Mario Hermoso (1995), que es madrileño y que en la actualidad milita como defensa en el Atlético de Madrid, con el que juega en Primera División.
En el ámbito de la literatura nos encontramos con obras que han usado en sus títulos el término que nos ocupa. Este sería el caso, por ejemplo, de la novela “Hermosos y malditos”, que fue publicada en el año 1922 y que está escrita por F. Scott Fitzgerald. Gira en torno a Anthony, un joven que se dedica a vivir la vida esperando que fallezca su abuelo para así poder acceder a una inmensa fortuna. Sin embargo, todo cambiará cuando aquel muera no dejándole nada.
La palabra hermoso, por último, aparece en el nombre de diferentes lugares. Monte Hermoso es un partido de la provincia de Buenos Aires (Argentina), mientras que varias ciudades se llaman Valle Hermoso en distintos países.
