Lo primero que vamos a hacer en pro de conocer el significado del término iatrogenia es descubrir su origen etimológico. En este caso, tenemos que subrayar que deriva del griego, concretamente es fruto de la suma de tres componentes léxicos de dicha lengua:
-El sustantivo iatros, que significa “médico”.
-El verbo geno, que es equivalente a “producir”.
-El sufijo -ia, que se usa para indicar “cualidad”.
La iatrogenia, también mencionada como yatrogenia, es una alteración -sobre todo negativa- que se produce en el estado de una persona a partir de la intervención de un médico. El concepto, por lo tanto, se emplea para nombrar a un daño en la salud que fue provocado por la acción de un profesional de la medicina.
Tipos de iatrogenia
Cuando, ya sea por impericia o negligencia, un médico o un enfermero le genera un perjuicio a un paciente, se produce la iatrogenia. De todos modos, la iatrogenia también puede aparecer incluso cuando el procedimiento se desarrolla de la manera adecuada pero, de todos modos, causa un efecto adverso o indeseado.
Además de todo lo indicado, no podemos pasar por alto la existencia de tres tipos diferentes de iatrogenia: clínica, social y cultural.
No hacer daño
La medicina convive con la iatrogenia desde sus inicios. Ya en la Antigüedad las ciencias de la salud se regían por el principio de primum non nocere, una expresión del latín que suele traducirse como “lo primero es no hacer daño”. Sin embargo, por múltiples motivos, el acto médico puede derivar en un perjuicio para el paciente.
Un error en la medicación que daña a la persona, una intervención quirúrgica innecesaria o una infección intrahospitalaria adquirida por el paciente son ejemplos de casos de iatrogenia. Los hechos fortuitos y los hechos dolosos, en cambio, resultan diferentes.
Un hecho fortuito es aquel que no puede preverse o que, si se lo puede prever, resulta inevitable. Un hecho doloso, por su parte, es realizado con el objetivo de causar el daño. Ambos casos no se corresponden con la idea de iatrogenia.
Iatrogenia y mala praxis
Cabe destacar que, cuando el daño generado por el acto médico se le puede imputar jurídicamente al profesional, se trata de un caso de mala praxis.
Aunque, como hemos mencionado, se puede provocar la iatrogenia habiéndose llevado a cabo el procedimiento médico de la forma correcta, para evitar la que se produce por aquel cuando ha actuado de forma inadecuada se deben tomar estas medidas en pro de prevenirla:
– El profesional sanitario debe siempre pensar en realizar su labor sin provocar daño en el paciente.
– El citado médico debe dejar sus problemas personales fuera de la consulta en la que trabaja así como del hospital en el que realiza sus funciones.
– De la misma manera, es necesario que en todo momento el profesional mantenga un respeto al paciente y que se preocupe por su bienestar.
– Se considera imprescindible que el médico siempre piense en tratar y atender al paciente como le gustaría que lo hicieran con él.
– Además es importante que piense y planifique muy bien lo que son las acciones que vaya a llevar a cabo en pro de la salud el paciente.