Lo indisociable no puede ser disociado. El verbo disociar hace referencia a distanciar o apartar algo de aquello a lo que se encontraba unido: si esa separación no puede lograrse, los elementos son indisociables.
Puede afirmarse, en este marco, que un escritor y su obra son indisociables. La formación, la personalidad, las características psicológicas y el entorno cultural del autor siempre inciden, de un modo u otro, en el texto. No hay manera de aislar un libro de su creador.
Los derechos humanos, en tanto, resultan indisociables de las personas. Un ser humano cuenta con determinados derechos por el solo hecho de pertenecer a la especie Homo sapiens. Más allá de la raza, la religión, el sexo, la nacionalidad o la clase social, un sujeto tiene derechos básicos que nadie le puede quitar de forma legítima. Incluso el asesino más despiadado dispone de derechos humanos justamente por su condición humana.
Todo aquello que no es posible separar, en definitiva, es indisociable. El deporte profesional y los negocios, por ejemplo, son indisociables. El juego, en este contexto, se transforma en un generador de ingresos para los jugadores, los entrenadores y los equipos. Existen múltiples actividades comerciales que exceden al juego en sí mismo y que, sin ellas, el profesionalismo no sería posible.
A fin de facilitar el entendimiento de la idea de indisociable, puede simplificarse el concepto vinculándolo a las dos caras de una moneda o de una hoja de papel. No es posible separar ambas caras sin destruir el conjunto: resultan, pues, indisociables.
Como podemos apreciar en los ejemplos expuestos hasta el momento, existen varios tipos de cosas o seres indisociables. Por un lado tenemos aquellas uniones que se dan por cuestiones naturales, ajenas a nuestra voluntad o a la de cada una de las partes. Esto no incluye únicamente los conceptos propios de la ciencia, como ser pares de fenómenos físicos que no podamos concebir de forma aislada, sino que también abarca cosas como la relación indisoluble entre un autor y su obra, mencionada más arriba.
No importa cuánto debatiésemos, la creación de un ser vivo es suya y esto no puede negarse. Diferente sería un enfoque que intentara probar que la influencia de terceros superó los límites de la inspiración para adentrarse en el terreno del plagio, aunque el trabajo de elaboración de la obra, e incluso la copia descarada no puede disociarse de su ejecutor.
La idea de dupla indisociable, por otro lado, se usa en el mundo del espectáculo para hablar de aquellas parejas de artistas que no pueden concebirse de manera independiente: cuando pensamos en una de las partes, inevitablemente vemos a la otra también. Entre los ejemplos más recientes del mundo del cine, debemos nombrar a los personajes Woody y Buzz Lightyear, dos de los más importantes de la saga Toy Story, creada por la compañía Pixar.
Dado que la serie comienza con el nacimiento de su amistad, la cual se forja a través de una aventura inolvidable en la que cada uno debe enfrentarse a sus peores miedos y sacar a relucir sus mejores virtudes, esta relación se convirtió en un símbolo de las películas mismas.
Entre las personas famosas podemos decir que las integrantes del grupo musical Destiny»s child (Beyoncé, Kelly Rowland y Michelle Williams) parecían indisociables al principio de su carrera, ya que alcanzaron un éxito incomparable a nivel internacional y marcaron un antes y un después con su estilo. Sus voces se amalgamaban a la perfección, sus personalidades eran complementarias y compartían una fuerte amistad: nadie podía pensar en una de ellas separada de las otras dos. Con el tiempo, sin embargo, se disolvió el grupo y cada una recorrió su propio camino.