Para poder conocer el significado del término infrahumano que nos ocupa es necesario, en primer lugar, descubrir su origen etimológico. En este caso, hay que indicar que deriva del latín, que puede traducirse como «no digno de las personas» y que es el resultado de la unión de dos componentes léxicos de dicha lengua como son estos:
-El prefijo «infra-«, que es equivalente a «por debajo de».
-El sustantivo «humanus», que es sinónimo de «hombre».
El adjetivo infrahumano alude a lo que resulta inferior a lo considerado como propio del ser humano. Lo infrahumano, por lo tanto, pertenece a una categoría más baja que aquella que se señala como apropiada para las personas.
Entre los sinónimos del término que nos ocupa podemos destacar inhumano, cruel, despiadado, desalmado, atroz, brutal o mísero. Por el contrario, entre sus antónimos nos topamos con palabras como humano, compasivo, sensible, bondadoso o incluso caritativo.
Por ejemplo: «Por la necesidad económica, muchos individuos se ven forzados a aceptar trabajos infrahumanos que ponen en riesgo su salud», «Millones de niños viven en condiciones infrahumanas en todo el mundo y a ningún dirigente político parece importarle demasiado», «En las prisiones de este país los presos sufren un trato infraumano por parte de los guardias».
Tomemos el caso de los pacientes de un hospital neuropsiquiátrico que se encuentran encerrados en un ambiente lúgubre. Estos sujetos están mal alimentados, padecen diversas enfermedades sin tratamiento y son maltratados por médicos y enfermeros. Por todas estas cuestiones, estos individuos se hallan en un estado infrahumano, siendo forzados a vivir de manera indigna.
Es habitual que se asocie lo infrahumano a las malas condiciones de vida. En un asentamiento irregular como una villa miseria, una favela, un cantegril o una chabola, donde los habitantes no cuentan con cloacas, agua potable, electricidad ni gas natural, las calles no están asfaltadas y no hay seguridad, la gente subsiste en un ambiente infrahumano.
En el terreno de la ficción, en ocasiones aparecen seres infrahumanos: criaturas con ciertas características que las asemejan a los humanos, pero con otras que las ubican en un escalón o nivel inferior. H. G. Wells, por citar un caso, presenta a los Morlocks, una raza infrahumana, en su novela «La máquina del tiempo».
En el ámbito de la cultura, nos encontramos con distintas obras que tienen en sus títulos la palabra que nos ocupa. Este sería el caso, por ejemplo, del libro «Humanizar lo infrahumano». Lleva por subtítulo «La formación del ser humano integral: homo evolutivo, praxis y economía solidaria», se publicó en el año 2005 y está escrito por Marcos Arruda Sattamini.
Asimismo, no podemos olvidarnos de la película titulada «Infrahumano». Se trata de un filme de origen canadiense que se estrenó oficialmente en el año 2004. Toma como protagonista a un hombre extraño, con problemas con el alcohol, que ha huido de un manicomio y que tiene un gran poder de convicción, tanto es así que es capaz de convencer a los demás de la existencia de vampiros.