Es importante comenzar descubriendo el origen etimológico del término inofensivo que ahora nos ocupa. En concreto, podemos indicar que es una palabra que deriva del latín, exactamente es el resultado de la unión de varios componentes léxicos de dicha lengua:
-El prefijo “in-”, que significa “no” o “sin”.
-La partícula “ob”, que se usa para indicar “contra”.
-El adjetivo “fensus”, que es sinónimo de “agredido” o de “golpeado”.
-El sufijo “-ivo”, que se emplea para indicar una “relación pasiva o activa”.
Inofensivo es un adjetivo que se emplea para calificar a aquello que no tiene la capacidad de ofender. El término también alude a lo que no puede provocar perjuicios o daños.
Por ejemplo: “No te preocupes, es un animal inofensivo que no te atacará”, “El conjunto local se mostró inofensivo durante todo el encuentro y por eso terminó perdiendo”, “En la cena de anoche realicé un comentario inofensivo sobre el gobierno y sin embargo varios comensales se enojaron”.
Entre los sinónimos que tiene el término inofensivo podemos destacar desde inocente hasta pacífico pasando por inocuo, tranquilo o desarmado. Por el contrario, entre sus antónimos hay palabras tales como nocivo, peligroso, dañino o perjudicial.
Lo que se considera inofensivo, en definitiva, no molesta ni causa males. Un animal que no ataca a las personas ni transmite enfermedades puede calificarse como inofensivo, por citar un caso. En cambio, una especie capaz de inyectar un veneno mortal cuando se siente en peligro o pretende cazar no recibirá nunca esta calificación.
En el ámbito del fútbol, se dice que un equipo es inofensivo cuando no logra generar peligro a su rival. De este modo, un conjunto inofensivo no marca goles y ni siquiera inquieta a su oponente. Un boxeador que resulta inofensivo en un combate, en tanto, no encuentra el modo de dañar a su adversario.
Hay cuestiones o elementos que parecen inofensivos y, sin embargo, son peligrosos. Un sitio web de apariencia inofensiva, que invita a jugar online de manera gratuita, puede infectar con un virus a sus usuarios. Ciertos alimentos de venta libre, por otro lado, no son tan inofensivos como la mayoría de la gente cree: su consumo excesivo o sostenido a lo largo del tiempo provoca problemas en la salud.
De la misma manera, no podemos pasar por alto el hecho de que en el ámbito cultural nos encontramos con obras que usan en sus títulos la palabra que nos ocupa. Este sería el caso, por ejemplo, del libro “El inofensivo espantapájaros”. Se trata de un trabajo escrito John Patience, que fue publicado en el año 1992 y que se enmarca dentro de la literatura infantil. Cuenta la historia de una familia, los Labratierra, que está cansada de que los cuervos se coman sus cosechas de trigo. Por ese motivo, decidirán darle un espantapájaros que pueda asustar a aquellos.
Otra obra a tener en cuenta es “¡Ojo! ¡Vranek parece totalmente inofensivo!”, que pertenece al ámbito de la literatura juvenil y que está escrito por Christine Nöstlinger.
