Un ladrillo es un elemento de construcción, generalmente hecho con masa de barro cocida, que tiene forma de paralelepípedo rectangular y que permite levantar muros y otras estructuras. Gracias a sus dimensiones, un albañil puede colocar un ladrillo utilizando sólo una mano, lo que facilita las tareas.
Por ejemplo: «Mi madre está levantando una pared de ladrillos para crear una nueva habitación en el fondo de la casa», «Necesitaremos otros veinte ladrillos para terminar el trabajo«, «El vecino me regaló un ladrillo para que pueda construir una maceta para mis plantas».
Historia del ladrillo
La utilización de los ladrillos en la construcción comenzó hace unos 11.000 años, en el Neolítico. No se trataba, de todas formas, de los mismos elementos que usamos en la actualidad, ya que se han cambiado los materiales, las formas y las dimensiones.
Hoy los ladrillos suelen construirse con arcilla, que combina silicatos hidratados de alúmina, illita, caolín y otros minerales. Gracias a la cocción a altas temperaturas, la arcilla es más resistente que el adobe.
Es posible distinguir entre el ladrillo macizo (que presenta menos de un 10% de perforaciones en su cara superior o tabla), el ladrillo perforado (las perforaciones ocupan más del 10% de la tabla), el ladrillo manual o tejar (con caras rugosas), el ladrillo hueco (con numerosas perforaciones para reducir su peso) y el ladrillo refractario (que soporta altas temperaturas), entre otros.
Su uso en la decoración
El ladrillo puede ser considerado un elemento básico para la construcción, algo que debe utilizarse para crear la base de una estructura edilicia y que luego debe cubrirse con diversos materiales para conseguir un acabado parejo que cumpla ciertos requisitos estéticos y de higiene. Por otro lado, las tendencias de la moda suelen ser impredecibles y desde hace unos cuantos años la decoración con ladrillos vistos (también llamada ladrillos a la vista) se ha vuelto cada vez más popular, y existen diversas maneras de implementarla.
La decoración con ladrillo es especialmente versátil, ya que puede utilizarse para todo tipo de habitaciones (dormitorio, baño, cocina, salón, etcétera) e incluso para resaltar exteriores; además, esta técnica no siempre debe emplearse en muros completos, ni tampoco es necesario que existan líneas divisorias nítidas, sino que puede crearse la sensación de que la pared se ha desgastado, para agregar un cierto carácter espontáneo y de paso del tiempo.
El estilo industrial, al cual pertenece el ladrillo a la vista, puede conseguirse de dos maneras, cada una con un diferente nivel de complejidad y requisitos, y también con resultados que apuntan a distintas necesidades y objetivos: por un lado, el método más evidente consiste en levantar un muro y dejarlo descubierto, o bien trabajar sobre uno existente para dejar a la vista sus ladrillos; si no se desea realizar una labor tan pesada y provocar tanto ruido y suciedad, siempre existen los paneles de imitación, que pueden colocarse sobre una pared para simular el efecto deseado.
El concepto de ladrillo en el lenguaje coloquial
En el lenguaje coloquial, por otra parte, un ladrillo es algo aburrido o pesado: «Este libro es un ladrillo: creo que no voy a terminar de leerlo nunca», «La clase de Química es un ladrillo para mí».
Por otra parte, también se utiliza este término para hacer referencia a los primeros teléfonos móviles, dadas sus exageradas dimensiones en comparación con los modelos actuales, y sus robustos diseños; curiosamente, estos dispositivos atravesaron una época en la que se buscó cada vez un tamaño menor, hasta que llegaron los smartphones y las compañías debieron volver inevitablemente a ocupar más espacio de nuestros bolsillos, aunque poniendo la delgadez ante todo.
Cuando se habla del desarrollo profesional, del trabajo necesario para partir de un talento natural y transformarlo poco a poco en una habilidad pulida y controlada, se suele utilizar el término ladrillo como símbolo de cada una de las pequeñas piezas que deben colocarse con esfuerzo y dedicación para alcanzar nuestros grandes objetivos.