Un laxante es un medicamento que facilita la evacuación del vientre. Este tipo de preparaciones se usan para promover la eliminación de heces, provocando la defecación.
Por ejemplo: “El médico me sugirió tomar un laxante si no tengo novedades en las próximas horas”, “Ya me siento mejor: el laxante ha hecho efecto”, “El especialista sospecha que el trastorno pudo originarse por el consumo excesivo de laxantes”.
Uso de laxantes
Lo habitual es que los laxantes se suministren en caso de estreñimiento (una condición que implica la falta de movimiento regular en los intestinos, con defecaciones infrecuentes). La persona estreñida suele sentir una incomodidad estomacal: al ingerir el laxante, se espera que pueda evacuar el vientre y recuperar el bienestar.
Los laxantes también pueden utilizarse con anterioridad a una evaluación rectal o intestinal. De esta manera, el paciente logra evacuar y limpiar el colon y el médico puede realizar su trabajo sin problemas.
Es importante tener en cuenta que el abuso de laxantes puede ocasionar serios problemas, promoviendo el desarrollo de parálisis intestinal, pancreatitis y hemorroides, entre otros males.
Clasificación según el tipo
Existen diversos tipos de laxantes que se suministran por vía oral o en forma de supositorio. Es posible clasificar los laxantes como emolientes, surfactantes y osmóticos, según su accionar.
Cabe destacar que ciertos alimentos son laxantes naturales ya que, por su composición, contribuyen a la evacuación del vientre. La ciruela, la manzana, el tomate, la naranja, la cebolla, el jengibre, el azafrán, el brócoli, la acelga, las nueces y los aceites Omega-3 son algunos de ellos. El laxante natural más conocido, de todas formas, es el agua, que permite humectar el intestino y regula el flujo intestinal. A continuación se describen algunos de ellos detalladamente.
Ejemplos de laxantes naturales
La ciruela
Esta fruta es reconocida como el «laxante de la naturaleza» y es rica en vitamina A, antioxidantes, hiero, fibra dietética y potasio. Por otro lado, nos brinda bacterias que benefician a los intestinos, lo cual la vuelve ideal para toda dieta que tenga como propósito limpiar el colon.
La manzana
Sus elevados niveles de pectina sirven para estimular los intestinos y además facilitan sus movimientos con la fibra necesaria. El vinagre de sidra de manzana es uno de los más efectivos alimentos naturales con función laxante, y se puede tomar en pequeñas dosis disueltas en agua todas las mañanas.
El tomate
Se trata de un laxante muy efectivo, rico en vitaminas K, A y C. El tomate nos brinda el 10% de la fibra necesaria a diario y posee una gran cantidad de lipopeno, un antioxidante que ayuda a proteger el colon y la próstata contra el cáncer. La variedad más recomendable de tomate es la orgánica: directamente del cultivo a nuestro plato.
Cítricos
Tanto la naranja como el limón y la lima son frutas ácidas a las cuales nadie les gana en poder de desintoxicación; además de lavar las toxinas del cuerpo, promueven el tracto digestivo con procesos enzimáticos. No hay que olvidar que la vitamina C, que suele ser asociada a los cítricos, tiene el poder de transformar en material digerible las toxinas. La naranja, específicamente, nos da un promedio del 13% de la fibra que se recomienda consumir a diario.
La cebolla
La cebolla contiene un antioxidante de nombre quercetina, vitamina E, ácido fólico, potasio, fibra y vitamina C. Se sabe que ayuda a reducir el colesterol, a aliviar los síntomas de ciertas alergias y la congestión, que combaten el cáncer de ovarios, senos, vejiga y pulmón, y que eliminan los metales tóxicos de nuestro organismo. Como si todo esto fuera poco, es un estupendo laxante natural y facilita la regulación de los movimientos intestinales.