Lo primero que vamos a hacer en pro de conocer el significado del término lordosis es descubrir su origen etimológico. En este caso, tenemos que establecer que deriva del latín “lordosis”. Palabra esta que, a su vez, deriva del griego, concretamente de la suma de dos componentes léxicos bien diferenciados:
-La palabra “lordos”, que significa “doblarse”.
-El sufijo “-osis”, que se emplea para formar sustantivos y que viene a indicar lo que es el “proceso patológico” o la “acción”.
Así se denomina a la curvatura atípica de la columna vertebral que implica un desplazamiento de la zona lumbar hacia delante.
Mientras que la Real Academia Española (RAE), en su diccionario, hace hincapié en la anormalidad de dicha curvatura, en otras fuentes se considera que la lordosis es fisiológica y no patológica. Por eso se tiende a afirmar que un cierto grado de lordosis es normal, aunque una curvatura excesiva no lo es.
En este marco hay quienes distinguen entre la lordosis y la hiperlordosis. En cualquier caso, una lordosis marcada implica la formación de un hueco por debajo de la zona lumbar, haciendo que las nalgas sobresalgan con mayor prominencia.
Hay niños que presentan una lordosis acentuada que se corrige de manera natural con el paso de los años. También puede producirse la lordosis cuando una vértebra no se encuentra en la posición adecuada, ya sea por un problema congénito, como consecuencia de una actividad física o por otro motivo.
A nivel general, la lordosis no requiere tratamiento, siempre que la espalda conserve su flexibilidad. Esto se debe a que no suele progresar ni a provocar síntomas. Sin embargo, cuando la curvatura es demasiado exagerada, se necesita realizar una consulta médica. El profesional puede ordenar una resonancia magnética o una radiografía para analizar la situación y determinar los pasos a seguir.
Es importante establecer que sí hay personas que tienen que hacerle frente a determinados síntomas por la lordosis que sufren. En concreto, entre algunos de los más significativos se encuentran dolores en la zona de la espalda así como el hormigueo o el entumecimiento de piernas y brazos.
Entre los hábitos que se considera que pueden provocar una lordosis están la nula realización de ejercicio físico, las malas posturas al estar sentado e incluso al caminar, la obesidad y también el exceso en la práctica de deporte. No obstante, de igual modo, se considera que detrás de esa situación puede estar el estrés, la edad, la depresión e incluso la tristeza.
El tratamiento de la lordosis depende de la causa del problema y de la magnitud del trastorno. Cuando se debe a una mala postura, puede tratarse con ejercicios.
De la misma manera, no podemos pasar por alto que específicamente se habla de lo que se conoce como lordosis cervical. Esta, como su propio nombre indica, consiste en que una persona pierde lo que es la curvatura normal de la zona cervical. Lo habitual es que se trate con distintos ejercicios, aunque el doctor puede considerar otras medidas como tratamiento.