Lujo, derivado del vocablo latino luxus, es un término que puede usarse para aludir al exceso de pompa u ornamentación. El lujo, de este modo, se asocia a la suntuosidad y la ostentación.
Además de las ya citadas, existen otras palabras que pueden funcionar como sinónimos de lujo. Nos estamos refiriendo a términos tales como opulencia, esplendidez, profusión, riqueza, fausto o incluso abundancia. Por el contrario, entre sus antónimos nos topamos con palabras como sobriedad, pobreza, modestia e incluso sencillez.
Por lo general, cuando un elemento es muy costoso y se encuentra al alcance de pocas personas se lo califica como lujoso. El lujo está dado por la calidad, por los materiales o ingredientes y por otras características que lo convierten en una pieza extraordinaria.
Por ejemplo: “El futbolista llegó al entrenamiento en un automóvil de lujo”, “En esta avenida hay tiendas de varias marcas de lujo”, “El actor organizó una fiesta llena de lujos que sorprendió a los asistentes”.
Dentro del mundo de la moda y los complementos podemos establecer que, del mismo modo, existen numerosas marcas de lujo que son las preferidas de los multimillonarios. Nos estamos refiriendo a algunas tales como Louis Vuitton, Cartier, Gucci, Hermès, Dior o Burberry, entre otras.
Muchas veces el lujo se vincula a lo innecesario o superfluo. Lo que es de lujo, por lo tanto, no resulta imprescindible ni esencial.
Una pulsera de acero, por citar un caso, es un adorno que está a disposición casi de cualquier persona. No se requiere una gran cantidad de dinero para comprarla y así tener la posibilidad de lucirla. Una pulsera de oro con incrustaciones de diamante, en cambio, es una joya de lujo que exige contar con un enorme poder adquisitivo para estar en condiciones de adquirirla.
Todos los seres humanos, por otra parte, necesitan una casa. Sin embargo, una mansión de veinte habitaciones, con dos piscinas, cancha de tenis y sala de cine es una vivienda de lujo.
Determinados servicios también pueden considerarse como de lujo. Ciertos hoteles y restaurantes reciben dicho calificativo por las prestaciones que brindan, las cuales exceden las propuestas habituales de este tipo de establecimientos.
Entre los hoteles de más lujo de todo el mundo nos topamos con algunos tales como el Burj Al Arab, que está situado en Dubai y que está catalogado como el más caro de todo el planeta. En dicho establecimiento el coste de la Suite Real es de 28.000 dólares la noche.
Asimismo, también destacan por su lujo y sus elevados precios el parisino Four Season Hotel George V, cuyo precio por habitación y noche es de 16.000 dólares, o el Gallery Hotel Art. Este se encuentra en Florencia y el coste de una de sus habitaciones por noche es de 7.000 dólares.
En el caso de los restaurantes de más lujo del planeta podemos destacar al Sublimotion, dirigido por el chef Paco Roncero que está situado en Ibiza y que ofrece menús para dos personas por un precio de 2.790 euros. Asimismo, también está el Ultraviolet, situado en Shangai y que tiene menús para dos personas por un coste de 1.489 euros.
