Partiendo de datos reales, al modelizar construimos una estructura teórica
La acción de modelizar alude a la construcción de un esquema o un modelo. Se denomina modelo, en tanto, a una representación a pequeña escala de algo o a un arquetipo que sirve a modo de referencia.
TemasDesarrollo de un modelo teórico
Muchas veces modelizar se utiliza como sinónimo de modelar. Sin embargo, hay diferencias entre ambos conceptos. De acuerdo a la Real Academia Española (RAE), modelar puede referirse a configurar una cosa o a ceñirse a un modelo.
Retomando la idea de modelizar, suele emplearse específicamente respecto al desarrollo de un modelo teórico. Así, quien se encarga de modelizar algo recurre a la teoría para pronosticar o inferir una situación derivada del supuesto establecido. El proceso también puede contribuir a la presentación de una versión simplificada de una realidad.
Es importante señalar que no son necesarios los conocimientos técnicos o científicos para modelizar algo. Si bien gracias a ellos es posible llevar a cabo investigaciones que pueden resolver algunos de los problemas más graves de la humanidad, la capacidad de pasar a la teoría una situación o un fenómeno la tenemos todos y hacemos uso de ella aunque no lo sepamos, cada vez que nos adelantamos a los hechos apoyándonos en nuestra experiencia.
Ejemplo de «modelizar»
Tomemos el caso del calentamiento global. Numerosos científicos afirman que la temperatura promedio del planeta Tierra viene aumentando como consecuencia de la actividad humana, sobre todo por la emisión de gases de efecto invernadero. Este calentamiento genera múltiples problemas, como el derretimiento de glaciares y el crecimiento del nivel del mar. Para mostrar los eventuales efectos de un aumento específico de temperatura, los expertos tienden a modelizar el calentamiento: por ejemplo, exhibiendo lo que sucedería si se registrara una subida media de 0,5 grados centígrados a nivel planetario.
Este ejemplo nos sirve para evidenciar que la acción de modelizar se suele usar en casos de cierto riesgo, cuyas consecuencias puedan ser negativas para el mundo. No modelizamos una situación tal como nuestras clases de piano para saber cuánto podríamos llegar a mejorar, porque a menos que dejemos de esforzarnos no hay probabilidades de fracaso. En cambio, el avance de la contaminación sí o sí nos afectará negativamente, tarde o temprano, con mayor o menor gravedad.
Métodos
Es habitual que se recurra a algoritmos y a la inteligencia artificial para modelizar. De este modo, basándose en datos, es posible analizar el impacto del clima o de la economía en una comunidad, por mencionar dos posibilidades.
Entendemos por algoritmo todo conjunto de operaciones que se repitan de forma sistemática y que nos den la oportunidad de calcular y resolver una clase específica de problema. En otras palabras, es una suerte de «receta» que tiene un fin muy específico. Un ejemplo es el usado para conocer la raíz cuadrada de un número dado: si bien este último puede ser siempre diferente, los pasos para el cálculo son siempre los mismos.
Modelizar sirve también para anticipar el impacto del calentamiento global
Con respecto a su uso para la modelización, es necesario en primer lugar conocer las características del ámbito en el que se desea aplicar, para elaborar un algoritmo adecuado. El clima y la economía son dos temas muy diferentes, de manera que necesitan métodos también diferentes. Cada campo está ligado a ciertas variables, constantes y casos especiales que deben ser tenidos en cuenta para crear las funciones correctas.
Luego tenemos la inteligencia artificial, que acelera considerablemente los procesos de investigación, porque realiza estimaciones a una velocidad imposible de alcanzar por el cerebro humano y ofrece potenciales soluciones a problemas de todo tipo. En contraste con un algoritmo que no varía, la inteligencia artificial aprende con cada uso, de manera que evoluciona más allá de su estado inicial.
